El ‘golpe de ariete’, así es la amenaza oculta tras los cortes de agua
Ese fenómeno ha venido tenido un incremento preocupante en Bogotá, donde la infraestructura hídrica está compuesta por tuberías de distintas edades.

Ad portas de cumplir un año, el racionamiento de agua en Bogotá ha generado preocupación no solo por el impacto en la vida cotidiana de los ciudadanos, sino también por sus efectos en la infraestructura de la ciudad. Uno de los problemas menos visibles, pero de gran impacto, es el 'golpe de ariete', un fenómeno hidráulico que puede afectar seriamente las tuberías cuando el servicio es restablecido tras los cortes.
El 'golpe de ariete' ocurre cuando el flujo de agua en una tubería es detenido o reanudado bruscamente, generando una onda de presión que puede dañar las redes de distribución.
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En diálogo con RCN Radio, Viviana Alvarado, ingeniera ambiental de la Universidad Manuela Beltrán, explicó que "cada vez que se interrumpe y luego se restablece el suministro, se generan variaciones de presión que pueden ocasionar fisuras, fugas o incluso la ruptura de las tuberías".
Cabe mencionar que ese fenómeno ha venido tenido un incremento preocupante en Bogotá, donde la infraestructura hídrica está compuesta por tuberías de distintas edades y materiales, algunas con décadas de antigüedad y susceptibles a daños por estos cambios de presión.
Consecuencias del 'golpe de ariete' en la red de tuberías
De acuerdo con la experta, los impactos del 'golpe de ariete' pueden manifestarse de diversas maneras:
- Fugas y filtraciones: Las tuberías más antiguas pueden desarrollar pequeñas fisuras, que con el tiempo incrementan el desperdicio de agua.
- Roturas de tuberías: En casos extremos, la presión generada por el 'golpe de ariete' puede provocar la ruptura de tramos completos, generando emergencias y altos costos de reparación.
- Deterioro acelerado de la infraestructura: Los efectos acumulativos de los constantes cortes y reconexiones, pueden reducir significativamente la vida útil del sistema de distribución de agua.
Medidas para mitigar el impacto
Para reducir estos efectos en la red de distribución, los expertos sugieren la instalación de válvulas en la red principal que permitan amortiguar las variaciones de presión y velocidad del agua ocasionadas por el racionamiento.
En ese sentido, la ingeniera Alvarado precisó que es necesario acompañar estas medidas técnicas con acciones de mantenimiento y optimización de las redes existentes, ya que actualmente en Bogotá las pérdidas de agua alcanzan aproximadamente el 40%.
"El racionamiento es una medida necesaria en tiempos de crisis hídrica, pero debe ir acompañado de un plan de mantenimiento que reduzca el impacto sobre la infraestructura. No solo se trata de garantizar que las redes puedan soportar los cambios derivados del racionamiento, sino también de contribuir a un uso responsable del agua mediante la reducción de pérdidas y el control del agua no contabilizada", indicó la experta.
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Otros expertos concluyeron que mientras Bogotá enfrenta los desafíos de la escasez de agua, la protección de la red de distribución del líquido deben ser una prioridad.