Inició el seguimiento de la Procuraduría para descontaminación del río Bogotá
La Procuraduría citó a audiencia pública a 20 entidades a 46 alcaldes de los municipios aledaños al rio Bogotá como seguimiento al fallo del Consejo de Estado emitido en marzo de 2014 con la orden de descontaminar y recuperar el río Bogotá.
En la audiencia se definirán las fechas finales de saneamiento ambiental del río y se establecerá una metodología de recuperación basada en cinco ejes temáticos: Estructuración de proyectos y gestión contractual eficientes; seguimiento y control eficiente a los generadores de vertimientos; innovación tecnológica en el uso y reutilización de materias contaminantes; desarrollo regional sostenible con cultura, educación y ética; e implementación de una red de control social con expertos, universitarios y comunidad.
Los citados a la audiencia son: el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo; el director del Departamento Nacional de Planeación, Luis Fernando Mejía; el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa Londoño; el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey; el director de la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, Néstor Franco González, y la gerente de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Bogotá, María Carolina Castillo, entre otros.
¿Qué dice la sentencia del Consejo de Estado para salvar el río?
En la sentencia el Consejo de Estado ordenó ejecutar las obras necesarias para lograr la descontaminación de la cuenca, que se extiende por 336 kilómetros desde Villapinzón hasta Girardot, en Cundinamarca, donde desemboca en el río Magdalena.
Entre las obras exigidas en el fallo está el mejoramiento de la planta de tratamiento de aguas residuales Salitre, la construcción de la de Canoas y plantas menores de tratamiento en los 46 municipios que están en la cuenca del río.
Además, el Consejo de Estado ordenó obras inmediatas para la recolección de aguas con vertimientos industriales, domésticos y agrícolas y pidió mayores controles para los curtiembres que funcionan en el norte de Cundinamarca y el sur de Bogotá, al tener, según la sentencia, una alta responsabilidad en el envenenamiento del río.