Julián Mulato Escobar: Ataqué Transmilenio por un demonio que se me metió
LA F.m. habló en exclusiva con Julián Mulato Escobar, de 27 años, desde una celda en la cárcel La Modelo de Bogotá, en donde permanece privado de la libertad.
Por el nombre no genera recordación, pero sí por el vídeo en el que quedó registrado el pasado 10 de febrero, cuando apareció con una camiseta de la selección de Argentina lanzando con violencia una piedra a un bus de Transmilenio en el sector del Tintal, en medio de disturbios y bloqueos, lo que generó un caos en la movilidad de la ciudad.
En diálogo con LA F.m., Mulato Escobar reveló que quiere aceptar cargos por los hechos en mención ante un juez de la Republica.
Además, pidió perdón a las personas que, según dijo, se vieron afectadas con su actitud agresiva y a la ciudad en general.
"Sí, me arrepiento de haber hecho eso, estoy muy arrepentido (...) -pido perdón- a las personas cuando yo lance la piedra, a las personas que estaban en ese transporte ese día, yo pido disculpas, porque yo era una persona que se la pasaba rebuscando cosas en el Transmilenio, trabajando normal, y siempre he sido una persona trabajadora y humilde, yo no le hago daño a ninguna persona, yo hice eso porque se me daño el trabajo".
Frente a su actitud violenta, explicó que obedeció a fuerzas sobrenaturales, pues dijo sentirse poseído por un demonio.
"Me dio una rabia así repentina, no se; yo lo puedo decir así espiritualmente, yo creo que fue un demonio que se me metió, que me hizo hacer eso, porque yo soy una persona honrada y en el amor de Cristo yo quiero a las personas".
Además, señaló que quiere ser parte de una campaña del Distrito para generar conciencia en la ciudadanía con le fin de que no se den más hechos violentos en Transmilenio.
"Si me dieran la oportunidad de hacer una propaganda o de hacer algo para que la gente no le diera más a Transmilenio, yo convido a la gente a que tengamos paciencia porque ese transporte me parece muy bueno".
En contra de Julián Mulato Escobar la Fiscalía imputó cargos por el delito de perturbación en servicio de transporte público, colectivo u oficial en concurso homogéneo y sucesivo, lo que le podría signifcarle una pena de hasta ocho años de cárcel.
