Las pistas para esclarecer la misteriosa muerte del pequeño Dylan Santiago en Bogotá

La ciudad de Bogotá sigue consternada por el caso del trágico fallecimiento de Dylan Santiago, un niño de apenas 2 años cuyo destino ha generado una profunda conmoción y desasosiego en la comunidad. 

El lamentable suceso tuvo lugar el pasado 10 de febrero en la localidad de Usme, al sur de la capital colombiana, y ha dejado a todos conmocionados ante la falta de detalles claros sobre lo ocurrido.

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El pequeño Dylan fue encontrado sin vida en la zona rural de Usme Pueblo, aproximadamente a unos 14 kilómetros de la ciudad. El descubrimiento fue hecho por uno de los perros que participaban en la búsqueda, sumando un giro desgarrador a esta tragedia.

Según el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, el general José Gualdrón, la madre del niño reportó que Dylan desapareció de la cocina en menos de tres minutos mientras realizaban labores domésticas. Sin embargo, las circunstancias que rodean su desaparición y muerte han desatado una controversia que ha dejado a la ciudad en busca de respuestas. Muchos cuestionan la versión de la madre.

La abuela del menor ha señalado al padre, Marlon Castro, como el principal sospechoso, citando declaraciones previas en las que mencionaba la posibilidad de "raptar" al niño. Esta acusación ha levantado interrogantes sobre la posible implicación de uno de los progenitores en este trágico desenlace.

A pesar de que Medicina Legal ha descartado signos de violencia sexual en el pequeño Dylan, señalan que la causa de su muerte fue asfixia mecánica, agregando un elemento más a esta angustiosa historia que ha conmocionado a la ciudadanía bogotana.

Pistas de la investigación

La finca donde residía Dylan Santiago Castro con su madre, Derly Rivas, se ha convertido en el centro de atención de las investigaciones en torno a su trágica muerte. Según relatos de los lugareños, durante el fin de semana de la desaparición, Derly era la única persona presente en la propiedad junto a su pequeño hijo, lo que ha puesto un foco particular en ella como parte clave de la indagatoria.

Rodeada de campos de cultivo de papa y criaderos de truchas, la casa ha sido meticulosamente investigada, marcada por cintas amarillas que delimitan el área de búsqueda. A pesar de que los lugareños no reportaron haber escuchado sonidos extraños, la cercanía entre la cocina y el lugar donde se encontraba la leña ha planteado interrogantes sobre los detalles de la desaparición de Dylan.

Los esfuerzos por esclarecer el caso han llevado a la toma de muestras de cada órgano del cuerpo de Dylan para obtener más información sobre el crimen, a la espera del último informe de Medicina Legal con resultados de laboratorio. Además, se están analizando minuciosamente las huellas encontradas en el cuerpo del niño, en un intento por encontrar pistas que arrojen luz sobre lo sucedido.

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Mientras tanto, el dolor y la incertidumbre persisten en la comunidad, que aguarda ansiosamente respuestas sobre el trágico destino de Dylan Santiago.