Por sobrepoblación de palomas en Bogotá, Distrito pide dejar de alimentar esas aves
La Plaza de Bolívar es el punto de la ciudad con los mayores problemas por la sobrepoblación de palomas.
Uno de los planes de los bogotanos cuando acuden al centro de la ciudad es alimentar las palomas de la Plaza de Bolívar. Lo mismo sucede en otros puntos de la capital como el parque de Lourdes y el Chorro de Quevedo. Sin embargo, según las autoridades distritales, esta actividad puede causar graves daños a la salud pública.
Así lo advirtió el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, que realizó un llamado a la ciudadanía para que cesen esta práctica pues ha servido para que la población de palomas en Bogotá aumentara en los últimos años.
Según la entidad, la Plaza de Bolívar es el lugar de la ciudad con mayor concentración de estas aves. Sin embargo, un estudio evidenció que los los fines de semana, cuando hay más personas en el lugar, aumenta el número de palomas a 3.400, mientras que entre semana esta cifra es de 1.300. Esto sucede porque en estos días los ciudadanos suelen alimentarlas más.
Esto quiere decir que hay cerca de 33 animales por metro cuadrado, mientras que se estima que el número debería ser de cinco. Es decir, hay una sobrepoblación de palomas.
El problema con esta práctica es que las aves han perdido el miedo de acercarse a los seres humanos, y dicha cercanía favorece el contagio de diferentes enfermedades, ya que suelen alimentarse de basura y alimentos en descomposición.
A esto se suma que estos animales han cambiado su comportamiento natural, ya que poco a poco dependen más de los humanos para vivir, en lugar de buscar sus alimentos de manera natural. De esta forma realizan acciones poco comunes como construir nidos a partir de polisombra, cables, basura y cabello.
Además el excremento de las palomas suele dañar las estructuras arquitectónicas de gran importancia cultural. También contamina las fuentes de agua, parques y zonas verdes. Por este motivo, las autoridades pidieron a la ciudadanía cesar de alimentar a las aves para obligarlas a que migren a su hábitat natural.