Asesinato de la lideresa social Yirleana Lorena Moreno en el Chocó

La oficina para los Derechos Humanos de la ONU en Colombia emitió una declaración en la que condena y lamenta el homicidio de la defensora de derechos humanos y lideresa, Yirleana Lorena Moreno Cuesta.

Moreno Cuesta era miembro de la Red de Madres y Cuidadoras de Jóvenes Víctimas de Homicidios en Quibdó, Chocó.

En su declaración, la ONU expresó: “Condenamos y lamentamos el homicidio de la defensora de derechos humanos y lideresa Yirleana Lorena Moreno Cuesta”. La organización también hizo un llamado a las autoridades para que esclarezcan este homicidio y realicen una investigación diligente.

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Además, la ONU instó a las autoridades a garantizar la protección de la familia de Yurleana, de su organización y de los jóvenes de su comunidad. 

“Llamamos a las autoridades a esclarecer este homicidios y a realizar una investigación diligente y garantizar la protección de la familia de Yurleana, de su organización y de lxs jóvenes de su comunidad”, indicó la ONU

Asimismo, la organización expresó su solidaridad con la familia y los seres queridos de Moreno Cuesta.

Llamado del Papa

En relación con los recientes actos de violencia contra las comunidades afrodescendientes, líderes sociales y víctimas de la violencia en Colombia, el Papa Francisco se pronunció durante la misa del Domingo de Ramos.

Se refirió a las dos últimas víctimas de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó (Antioquia), asesinadas por desconocidos el 19 de marzo.

Al concluir el rezo del Ángelus, el Papa expresó: “Me siento cercano a la comunidad de San José de Apartadó, en Colombia. Recientemente, una joven y un niño fueron asesinados”.

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Además, el Papa recordó ante más de 60.000 fieles en la Plaza de San Pedro (Roma, Italia) que “esta comunidad fue reconocida en 2018 por su compromiso con la economía solidaria, la paz y los derechos humanos”.

Las víctimas fueron identificadas como Nallely Sepúlveda, de 30 años, y su cuñado menor, Edinson David Higuita, de 14 años. Ambos fueron asesinados con arma de fuego en la zona rural de Urabá, Antioquia.

El asesinato de estos dos miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó ocurrió después de un acto gubernamental al que asistió el presidente Gustavo Petro.