Combates entre disidencias de las Farc y el ELN dejan 4 mil personas desplazadas en Nariño
Las afectadas son comunidades indígenas que han quedado en medio del fuego cruzado.
Mujeres, niños y adultos mayores de las comunidades indígenas del pueblo Awa, han tenido que abandonar sus territorios en el departamento de Nariño, para protegerse de las balas, por los fuertes combates que mantienen grupos de las disidencias de las Farc y el ELN, que se disputan el control de la zona.
Los enfrentamientos se vienen registrando desde hace un mes en límites de los municipios de Babacoas y Ricaurte. En las últimas semanas se ha recrudecido la violencia lo que ha provocado el desplazamiento de unas cuatro mil personas y el confinamiento de 180 familias.
“Hace prácticamente un mes se ha agudizado el conflicto armado, especialmente en el municipio de Ricaurte. Hay 1.382 familias desplazadas y también 180 familias que se han quedado confinadas en uno de los corregimientos”, afirmó Diego Armando Guanga, Coordinador de Derechos Humanos de las comunidades Camawari.
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En gran parte de territorio se han suspendido las clases y en donde hay confinamiento, los estudiantes están tratando de mantener a los niños, ocupados para que se distraigan y minimizar el impacto que generan los combates.
“En medio de esos combates a parte del desplazamiento y confinamiento, nos han reportado la utilización de artefactos explosivos y daños en algunas viviendas por los disparos que las impactan. La ayuda humanitaria la está dando la organización Camawari y la alcaldía de Ricaurte que con pocos recursos está atendiendo con alimentación”, expresó el líder indígena.
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Desde la Defensoría del Pueblo, se hizo un llamado a los grupos armados, para que respeten la vida de estas comunidades y no se afecte a la población civil.
“Que respeten los sitios de las comunidades y que estos grupos no vinculen a la población civil en el conflicto”, dijo Jair Mena, defensor del Pueblo de la regional Pacifico.