Comunidad religiosa clama por libertad de monja colombiana secuestra en África
Con cadenas de oración y un llamado a las autoridades para que investiguen lo sucedido, la comunidad religiosa en el país pidió que se devuelva sana y salva a la monja Gloria Cecilia Narváez, secuestrada hace un mes en África.
Noemí Quiceno, madre superiora de la Comunidad Franciscana de María Inmaculada, aseguró que la incertidumbre reina entre ellos ya que no tienen razón alguna de la religiosa, por lo que recurren a cualquier ayuda que se les pueda brindar para encontrarla cuanto antes.
“Ella sólo se dedica a hacer el bien, son muchos los huérfanos, enfermos y desamparados los que la necesitan, pedimos misericordia a Dios para los que la secuestraron, porque no saben el mal que están haciendo, toda la comunidad franciscana clama por su pronta libertad”, dijo la Madre Superiora.
A propósito del primer mes de secuestro de la hermana Gloria Cecilia Narváez, la comunidad religiosa Franciscana realizó una jornada de oración en Bogotá, para rogar por su pronto regreso y para que la Cancillería Colombiana presione a las autoridades en África a que investiguen.
“Ayer fue el día de la mujer y aquí sentimos su ausencia, hay una madre desconsolada, unos hermanos tristes, una congregación preocupada (...) hacemos un llamado a todas las autoridades que tienen responsabilidad para que nos ayuden a dar con su paradero”, dijo la religiosa.
Un grupo de hombres armados secuestró la noche del pasado 8 de febrero a una monja franciscana colombiana en Malí, indicaron fuentes de seguridad de ese país y un edil locales. Su secuestro se produjo en la aldea de Karangasso, cerca de Koutiala, que a su vez se halla a unos 400 kilómetros al este de Bamako, la capital del país.