Susto por vendaval en aeropuerto de Barranquilla
Zule Ebratt contó los momentos de angustia que vivieron los pasajeros y la tripulación del avión.
Una pasajera del vuelo que cubría la ruta Medellín-Barranquilla vivió una experiencia aterradora cuando el avión se vio afectado por un vendaval durante el descenso para aterrizar en Barranquilla. En una entrevista con La FM de RCN, Zule Ebratt compartió los detalles de su angustiante vivencia.
Ebratt describió el momento del descenso como el inicio de una turbulencia extrema, afirmando: “Fue algo impresionante, jamás había experimentado algo así en un vuelo.” La turbulencia fue tan severa que, según su relato, el avión parecía en peligro inminente: “Literalmente, creíamos que el avión se iba a caer.”
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Durante el episodio, el avión transportaba a varias familias, incluidos niños, que estaban visiblemente asustados. Ebratt recordó el pánico generalizado: “Había niños llorando desesperados, mujeres también llorando. Empezaron a orar, a rezar, a despedirse porque, de verdad, creíamos que el avión se iba a estrellar.”
El caos duró aproximadamente siete minutos, tiempo durante el cual el capitán intentó informar a los pasajeros sobre la situación. “El capitán nos dijo que el clima era muy malo y que iba a intentar una segunda aproximación. Si no era posible, utilizaríamos un aeropuerto alterno, en este caso, Cartagena,” explicó Ebratt. Sin embargo, debido a las condiciones meteorológicas adversas, la segunda aproximación no fue viable.
Finalmente, el vuelo fue desviado a Cartagena, donde los pasajeros tuvieron que esperar por el espacio para aterrizar. Ebratt detalló la experiencia de la espera: “Duramos mucho tiempo sobrevolando Cartagena, lo cual también fue bastante angustiante.”
Afortunadamente, el avión aterrizó en Cartagena, aunque con varios inconvenientes adicionales. “Tuvimos que abastecer de combustible y hubo un cambio de tripulación, ya que algunas azafatas habían excedido sus horas de vuelo. Esperamos hasta las 20:30 horas, cuando finalmente recibimos la autorización para continuar hacia Barranquilla,” comentó Ebratt.
A pesar de los problemas, Ebratt expresó alivio al llegar finalmente a su destino: “Gracias a Dios, pudimos aterrizar en Barranquilla. Fue una experiencia que ninguno de nosotros esperaba y que nos dejó a todos bastante impactados.”
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El vuelo, que originalmente debía llegar a las 5:40 de la tarde, finalmente aterrizó en Barranquilla tras una extensa espera. Ebratt concluyó: “Fue una situación que se salió de control, pero el capitán hizo todo lo posible para manejar la situación con responsabilidad.”
Sobre el vuelo, la aerolínea Avianca se pronunció en un comunicado e informó que el mal clima en los alrededores del aeropuerto de Barranquilla fue el causante de la turbulencia. "El capitán tomó la decisión de desviarse al aeropuerto de Cartagena. El avión aterrizó a las 06:39 p.m. y los pasajeros fueron atendidos a su llegada al Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, desde donde retomó su ruta hacia Barranquilla, y aterrizó a las 09:01 p. m.".