Declaran calamidad pública en Santa Marta por escasez de agua
La reducción de los niveles de agua en la planta de tratamiento de Mamatoco es del 66%
El alcalde encargado de Santa Marta, Andrés Rugeles Pineda, declaró la Calamidad Pública debido a la crisis generada por la falta de agua potable en la capital del Magdalena, con el fin de agilizar recursos para garantizar que la comunidad samaria reciba el servicio del preciado líquido.
La decisión del mandatario designado corresponde al decreto número 082, y se acordó al finalizar el reciente Consejo de Gestión del Riesgo, en donde se determinaron medidas, como el plan de contingencia, para afrontar la fuerte sequía que afecta a más de 150 barrios de Santa Marta.
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El decreto firmado por el encargado de la alcaldía distrital, justifica la decisión fundamentada en la necesidad de afrontar la fuerte sequía, las altas temperaturas de temporada y la eventualidad de incendios.
“Teniendo en cuenta la problemática de desabastecimiento de agua, la amenaza de incendios forestales que viene afrontando Santa Marta, y considerando las condiciones climáticas extremas que han reducido drásticamente los caudales de los ríos que alimentan las plantas de tratamiento de agua potable; generando un déficit importante en el suministro a las familias samarias, la Alcaldía de Santa Marta, en pleno uso de sus facultades, declaró la calamidad pública, que permite tomar las decisiones necesarias para implementar un 'Plan de Acción', que garantice el suministro de agua a todos los samarios”, sostiene la declaratoria.
Igualmente el burgomaestre hizo un llamado a la comunidad samaria a hacer uso responsable del agua ante la crisis que se vive en la Ciudad por el desabastecimiento de agua debido al Fenómeno del Niño.
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“No puede pasar más tiempo sin que entendamos que usar de manera adecuada los recursos naturales debe ser un modelo obligatorio de comportamiento”, enfatizó el decreto.
Actualmente la reducción de los niveles de agua en la planta de tratamiento de Mamatoco es del 66%, muy por debajo de la capacidad necesaria para bombear suficiente líquido a la población.