El 30 % de los sospechosos de Covid-19 en Colombia se niega a tomarse la prueba en EPS
La pandemia no ha terminado y no hay que bajar la guardia, advierte la entidad.
La directora del Instituto Nacional de Salud (INS), Marta Ospina, le hizo un llamado a las EPS y a las Secretarías de Salud, pero también a la ciudadanía en general, para que recuerden que la pandemia no ha terminado y por lo tanto no hay que bajar la guardia.
La funcionaria indicó durante el Congreso de la ANDI, que se deben seguir con las acciones preventivas y de autocuidado teniendo en cuenta que las EPS deben continuar con la toma de muestras diarias, el uso de las barreras de protección individual y la disponibilidad de los ciudadanos para permitir la toma de las muestras.
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“En muchos casos ya lo estamos viendo, las personas se niegan a tomarse las pruebas; así nos lo están diciendo las EPS que aseguran que tienen un desistimiento del 30 por ciento de los sospechosos”, indicó.
Agregó que a esto se le suma que algunas personas están evitando dar los contactos lo que genera un problema mayor.
“Ese tipo de cosas se tiene que superar para tener un mayor resultado en las pruebas y las cifras de contagiados”, indicó.
Destacó las grandes fortalezas del país en el sistema de vigilancia en salud pública, con la vigilancia contante y el trabajo de los laboratorios a nivel nacional.
“Una capacidad histórica que le permitió a Colombia mantener su estatus sanitario libre de sarampión, mientras países como Estados Unidos y Brasil lo perdían; todo esto en medio de una epidemia en la cual se logró cortar tempranamente las cadenas de transmisión”, subrayó.
La directora Martha Ospina explicó además las diferencias de enfrentar epidemias como las de zika o el sarampión frente a la actual de la COVID-19.
“Sus características particulares como el hecho de ser una infección respiratoria, con un alto índice de contagio y un 80% de asintomáticos, hacen más difícil la identificación de casos y sus contactos”, manifestó.
Enfatizó en las estrategias que se han puesto en marcha en la atención de la pandemia, la cual se viene cumpliendo por etapas.
Dijo que la primera etapa fue la de confinamiento generalizado para disminuir la velocidad de la transmisión; Colombia arrancó con un RT muy alto, de 2.26 y de hasta 2.5 en algunas ciudades, por lo que se optó por una medida fuerte como el cierre total.
Agregó que la segunda etapa de confinamiento para algunos grupos poblacionales y algunas zonas, con la apertura de algunos sectores de la economía y actividades. Así como las aperturas parciales en algunos municipios con menor afectación.
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“No es cierto lo que algunos dicen que Colombia tiene la cuarentena más larga; todas las medidas, todo ese ejercicio de gobernanza local, nacional y del ciudadano, nos permite ver una curva que inició en junio y el descenso que vemos ahora en algunas ciudades; esta curva es mucho más pequeña de la que hubiéramos podido tener”, aseguró.
Comentó que “ahora entramos a una tercera etapa en donde se hará un aislamiento selectivo, fase en la que el PRASS, así como denominó el Ministerio este programa, amplía las capacidades tradicionales que teníamos en vigilancia".
Ospina afirmó que esto no significa que antes de PRASS no se hiciera el aislamiento de los sospechosos.
“Quiero ser clara, el ejercicio de detectar sospechosos siempre ha existido y es la puerta de entrada de la estrategia de vigilancia; no se espera a un resultado diagnóstico para aislarlos o para realizar el estudio de contactos; nunca se ha tenido una directriz distinta en este sentido”, explicó.