Exguerrilleros de las Farc dejarán zona de reincorporación en Antioquia por aumento de violencia
Las Farc denuncian el asesinato de 214 de sus miembros desde que firmaron la paz.
Unos 80 exguerrilleros de las Farc serán evacuados de la zona donde llevan a cabo su reincorporación a la vida civil, ante crecientes amenazas y homicidios contra excombatientes y familiares al noroeste de Colombia, indicó el Gobierno.
El consejero presidencial para la Estabilización y la Consolidación, Emilio Archila, anunció que 74 antiguos rebeldes y 19 miembros de la comunidad que residen en ese sector del municipio de Ituango, Antioquia, serán trasladados hacia Mutatá, en el mismo departamento, en el que será el primer desplazamiento masivo de excombatientes por problemas de seguridad.
Los firmantes del histórico pacto de paz de 2016 saldrán del llamado Espacio de Reincorporación Territorial (Etcr) Santa Lucía el 15 de julio "tras el asesinato de once reincorporados en Ituango y dos de sus familiares -entre ellos un menor de edad- y las amenazas continuas", indicó el ahora partido de izquierda Farc en un comunicado.
Lea además: Ejército retira a 31 militares tras escándalo de abuso sexual a menores
La alcaldesa de Mutatá, María Exilda Palacios, aseguró que su municipio también "ha sido golpeado por la violencia", pero que ahora "es un territorio que cree en la reconciliación" y "el regreso de los excombatientes a la legalidad".
De acuerdo con la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), los exguerrilleros serán reubicados en dos predios en arriendo, que suman unas 137 hectáreas y que se encuentran a 352 km de su residencia actual.
"El traslado se realizará cumpliendo con todos los protocolos de seguridad y de salud para evitar posibles contagios por Covid-19", dijo Andrés Stapper, director de la ARN en una rueda de prensa conjunta con Archila.
Lea también: Investigan activación de explosivos contra local comercial N. de Santander
En esa región, corredor para el tránsito de cocaína, confluyen grupos de origen paramilitar y disidencias de la exguerrilla que no se acogieron al acuerdo de paz. Ambos grupos son señalados por las autoridades como responsables de los ataques contra los excombatientes.
Las Farc denuncian el asesinato de 214 de sus miembros desde que firmaron la paz con el gobierno del expresidente y Nobel de la Paz, Juan Manuel Santos, en noviembre de 2016.
Apoyado por Naciones Unidas, el acuerdo condujo a la desmovilización de 13.000 rebeldes entre combatientes, presos y militantes.
Según el gobierno, 2.946 excombatientes se encuentran en 24 espacios de reintegración en todo el país. El resto lleva a cabo procesos individuales de reincorporación y otro puñado engrosa las filas de las llamadas disidencias, que se dedican principalmente al narcotráfico y la minería ilegal.