El hallazgo se logró tras una inspección de rutina al automotor. Llamó la atención a los unifrmados, la versión entregada por los tripulantes del vehículo, quienes expresaron que los colchones, alimentos y otros elementos, tenían como destino la ciudad de Mocoa. Sin embargo, el nerviosismo de las personas, despertó la alerta de los policías.
En una segunda inspección, los miembros de la autoridad detectaron que las paredes del vagón presentaba inconsistencias en su estructura, lo que permitió el hallazgo de 288 paquetes que contenían marihuana con un peso de media tonelada.
En la investigación del caso, se pudo determinar que el alucinógeno pretendía ser comercializado en Chile y otros lugares del sur del continente. Por este hecho fueron capturadas dos personas.