Información de inteligencia que pidió Comisión de la Verdad seguirá siendo reservada: FF.MM.
Según el general Alberto Mejía, no se entregarán nombres de quienes colaboraron con inteligencia militar.
El general Alberto Mejía, comandante de las FF.MM., entregó detalles de la reunión que se adelantó con la Comisión de la Verdad, que se adelantó la semana pasada en Bogotá.
Aseguró que les indicaron a los miembros de dicha comisión que seguirá existiendo reserva con la información que sea suministrada, de igual forma que no se identificará a aquellas personas que participaron en operaciones militares.
“La inteligencia del Estado, sus agentes y su historia heroica tienen que estar tranquilos pues no se entregarán nombres de personas que vulneren todo lo que hemos hecho por la seguridad de Colombia”, dijo.
Así mismo, indicó que “se mantiene el carácter de reserva para la documentación militar, según la Ley de inteligencia y la Constitución Nacional. No vamos a entregar nombres de quienes colaboraron en inteligencia militar”.
El Ministerio de Defensa y la Comisión de la Verdad establecieron una “hoja de ruta” para coordinar y trabajar conjuntamente para compartir la información de inteligencia y otras referentes al conflicto armado colombiano de los últimos 60 años.
La reunión se adelantó el viernes en la sede del Ministerio de Defensa a la que asistió el padre Francisco De Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, luego de la controversia que se generó por la solicitud del sacerdote de Información de inteligencia desde el año 1953 sobre la guerra en Colombia.
Luego de más de dos horas de estar reunidos a puerta cerrada, las delegaciones del MinDefensa y de la Comisión establecieron el plan para darle trámite a la solicitud, que “permita la coordinación y articulación interinstitucional para el desarrollo del mandato de la Comisión de la Verdad”.
En un comunicado tras el encuentro en la Escuela Militar de Cadetes “General José María Córdova”, indicaron que éste tuvo como objetivo “generar mecanismos de trabajo conjunto para aunar esfuerzos en favor del esclarecimiento de la verdad, la convivencia, y la no repetición”.
Según el general Mejía, por orden presidencial se designó al Comando Conjunto de Transición para que coordine con el equipo técnico de la Comisión el manejo de la información solicitada.
El comandante de las FF.MM. reveló que en esta reunión se generaron los mecanismos de trabajo conjunto para el esclarecimiento y además se creó la hoja de ruta para coordinar y articular el trabajo con la Comisión.
Las partes, Ministerio de Defensa y la Comisión de la Verdad, reiteraron “su compromiso con el derecho a la verdad de todas las víctimas del conflicto armado, con responsabilidad y el propósito colectivo que nos permita crecer como país”.
El pasado martes, en una carta firmada por el padre Francisco de Roux, la Comisión de la Verdad solicitó al Ministerio de Defensa información de inteligencia y de operaciones militares desde 1953, con el objetivo de cumplir con el esclarecimiento de décadas de conflicto armado en Colombia.
En el documento pide copias certificadas de documentos que aborden el impacto social y humano en las víctimas militares y de policía. Además, documentos de doctrina e inteligencia militar.
También solicita bases de datos de víctimas de la fuerza pública, junto a bases de datos de delitos o violaciones de los Derechos Humanos por parte de la Fuerza Pública o grupos armados ilegales como guerrillas.
La petición de la Comisión de la Verdad generó malestar en el Cuerpo de Oficiales de la Reserva Activa de las Fuerzas Militares y Policía Nacional (Acore).
“Las pretensiones de esta cuestionada Comisión de exigir la entrega de copias certificadas de documentos impresos y base de datos de archivos clasificados, lo cual por razones obvias de seguridad y defensa nacional, sería supremamente riesgosa su difusión”, señaló en una comunicación.
Para los militares en retiro no es conveniente este tipo de solicitudes y recalcaron, a través de la comunicación, que los integrantes de esta comisión no ofrecen ninguna garantía de imparcialidad, por sus vínculos directos o indirectos con organizaciones que tradicionalmente han fungido como detractoras permanentes de militares y policías comprometidos en la seguridad, defensa nacional y vigencia de la institucionalidad democrática que rige en el país.