La realidad de un migrante venezolano
La migración de venezolanos hacia Colombia se ha convertido en uno de los problemas sociales más graves que enfrenta Norte de Santander.
Todos los días centenares de personas que atraviesan ilegalmente por las trochas hacia este país, emprenden largas e incómodas caminatas desde la frontera colombo-venezolana hacia el interior de nuestro territorio y hacia otros países de Suramérica. familias enteras con niños, adultos, mayores, mujeres y a veces hasta mascotas, se pueden encontrar recorriendo en condiciones infrahumanas las carreteras de Norte de Santander.
La gran mayoría de ellos no cuenta con recursos económicos para poder utilizar servicio público o cualquier tipo de medio de transporte, para poder llegar a sus destinos. Siempre se encuentran extranjeros en muy malas condiciones, sin calzado sin ropa adecuada, sin un sitio donde dormir y la mayoría de veces con muy poca alimentación para enfrentar estos recorridos que a veces superan los 200 y 300 km.
Muy pocos venezolanos encuentran refugios en la carretera que han albergado a más de 40.000 venezolanos. una imagen que evoca los campamentos de refugiados en otras partes del mundo y que no tiene precedentes en América Latina. Muchos otros, incluidas familias enteras, no tienen la misma suerte y duermen en las calles, donde se ven obligados a usar baños públicos con condiciones deficientes de higiene y a comer en iglesias que cada día sirven comida. A pesar de las dramáticas condiciones que enfrentan a las que algunos han calificado de humillantes. Cada uno de las decenas de venezolanos que entrevistamos en esas circunstancias afirmó estar mejor en el extranjero que en Venezuela. En este trabajo podemos ver Estos rostros destruidos, deteriorados y convertidos por el cansancio y la incertidumbre de sus vidas.
Con estos documentos vídeo gráficos en el que acompañamos durante varios días a migrantes forzados procedentes de Venezuela, a través de los diversos caminos que recorren y en el marco de la actual pandemia.
A través de estos artículos televisivos queremos mostrar sobre el incremento del número de caminantes venezolanos/as que se suman al gran flujo migratorio que circula en el continente, especialmente afectado en este tiempo de pandemia.
En estas últimas semanas percibimos las expresiones de rechazo en las fronteras y los caminos de Colombia. Hemos identificado cómo desde estas actitudes políticas y en el marco de la enorme precariedad en la que se mueven los caminantes, se generan nuevas crisis humanitarias, explicando en la nota, haciendo hincapié en que las mismas dinámicas estatales, están generando cambios en las rutas o exposición a mayores riesgos entre otras consecuencias.
Tal como afirma este artículo, los participantes del proyecto literalmente han compartido el viaje para intentar comprender y conocer las nuevas situaciones que estamos enfrentando en el flujo migratorio forzado venezolano.
El objetivo era caminar junto a estas personas, acompañarlas desde Venezuela, cruzar juntos la frontera con Colombia y continuar por el resto del camino intentando dar respuestas a cuestiones fundamentales como… ¿Quiénes son estos caminantes? ¿Cómo se enfrentan a la pandemia del COVID-19?, ¿Cómo son las rutas que empiezan dentro de Venezuela? ¿Qué sucede en los cruces de frontera? ¿Qué riesgos y oportunidades encuentran dentro de Colombia? ¿Cómo ha sido la respuesta que han recibido desde las autoridades? ¿Y la de las organizaciones humanitarias?
Los resultados de estas investigaciones han mostrado el flujo de caminantes venezolanos por el departamento en tiempos de pandemia, el cual aporta una mirada profunda sobre la compleja crisis migratoria que estamos ya viviendo, así como los retos y desafíos que enfrentaremos a lo largo del 2021.
El informe concluye con recomendaciones precisas dirigidas, tanto a los estados en el tránsito y la acogida, como a los actores humanitarios.
Soluciones urgentes se necesitan para mejorar las condiciones hacia sus destinos y estos caminantes solo desean que los organismos internacionales y entes encargados fijen sus ojos en ellos para poder seguir su rumbo sin dificultades.