Minería artesanal en California: por la defensa de un territorio
Un labor en la que los habitantes de la región buscan una forma de subsistir.
La minería artesanal ha sido durante aproximadamente 450 años una forma de subsistir para los habitantes de California, Santander. Varias generaciones han encontrado en esta labor una fuente de sustento para llevar a su hogar.
No es un secreto que a diario se presentan debates sobre la delimitación del trabajo en el Páramo de Santurbán, un proyecto que tiene como objetivo dedicarse a la minería cerca a esta zona ambiental.
En una entrevista con Fabio Maldonado, líder social de la comunidad, se habló sobre el desarrollo del proyecto y algunas de las garantías que ha ofrecido el Gobierno a esta región.
Es menester aclarar que -como se mencionó anteriormente- la minería ancestral ha sido realizada por los habitantes por muchos años y que, al ser artesanal, se realiza en el río y sin maquinaria. No permite el desarrollo económico de las personas.
Por otro lado, para Maldonado, la pequeña minería es otra, en donde se interviene la mina; dependiendo el volumen de la tierra.
¿Cómo ha sido el proceso en la delimitación en el territorio?
F.M: La afectación de la nueva delimitación condena al territorio y a los habitantes a las 3 I. La ilegalidad, la inseguridad y a la incertidumbre, porque los delimita pero no les ofrece una alternativa real de subsistencia. ¿De qué van a vivir los mineros si se les delimita? Los predios perderían su valor económico. Le han negado la entrada a los pequeños mineros.
Desde el año 2014 no hay ninguna acción concreta o real para los que ya fueron afectados.
La propuesta en California es que la delimitación no sea ampliada de ninguna manera, porque sabemos que el Estado no le ofrece alternativas al minero, ni al agricultor, ni al dueño del predio.
¿Cuáles son las acciones que están realizando para defender el territorio?
F.M: Nos hemos organizado y creamos un movimiento de defensa del territorio Soto Norte con distintas organizaciones de los municipios de California, Suratá, Veta y Matanza. Allí ponemos sobre la mesa la realidad de la provincia que se encuentra afectada por la delimitación. Además, abandonada en términos de inversión.
Estamos en un departamento rico en recursos naturales. Todos hablan de conservación, nos dicen que debemos dejar el páramo quieto y que debemos dedicarnos a la contemplación; pero no hay acciones de desarrollo para nuestra provincia, empezando por la carretera: la vía principal es un desastre y llevamos 70 años esperando que termine la pavimentación.
Por eso decidimos sentar nuestra voz y estamos participando activamente en las mesas técnicas. Hablamos activamente con ingenieros, geólogos y especialistas ambientales en el proceso.
Damos debate desde lo técnico, argumentamos y discutimos las propuestas que hace el Estado con sus estudios.
Denunciamos los posibles errores que puedan tener sus metodologías, incluso en sus estudios, para velar por las comunidades.
Maldonado culminó mencionando que lograr una unión colectiva no ha sido nada fácil, pero hay diferentes organizaciones locales y regionales que se han unido a esta iniciativa.
Alcaldías como la de Tona, Veta, Matanza y California, están apoyándolos constantemente.