"No se puede comparar protesta de Colombia con Chile, aquí no hay apoyo de la clase media"
El director ejecutivo de la Corporación Reconciliación Colombia explicó el fenómeno de las protestas en Latinoamérica.
Durante el año 2019 se han registrado distintas protestas en varios países de Latinoamérica como Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Chile y Colombia, en las que, además, se han producido enfrentamientos entre la población civil y la Fuerza Pública dejando un gran número de personas fallecidas y heridas.
Al cuestionarse las razones fundamentales que llevan a la ciudadanía a salir a las calles, se pueden resaltar tres importantes puntos: descontento con el sistema político y económico, temor de la clase media de no lograr la estabilidad que desea y, por último, disconformidad hacia las decisiones tomadas por los gobernantes.
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Así lo explicó, el director ejecutivo de la Corporación Reconciliación Colombia, Sergio Guarín, en conversación con La FM, quien, además, asegura que cada una de las protestas en los países tienen sus propias causas, pero ciertamente existen unos hilos conductores entre ellos. “El principal es el agotamiento del sistema de la democracia liberal que se viene imponiendo en América Latina desde principio de los años 90. Hay una gran población del sur a la que la democracia no le cumplió su promesa. Y ahora, en la actualidad, estamos viviendo un momento de cambios muy importantes en la región”.
“Es primordial reconocer que ahora muchos países viven mejor que hace 30 años, es decir, las democracias como sistema político si lograron mejorar las condiciones de vida de sectores muy importantes de la población, pero muchas de esas personas que abandonaron la pobreza, son personas que no lograron hacer un salto importante es su calidad de vida en términos generales y globales, en pocas palabras, son personas que hoy se endeudan para tener salud, educación, entre otros, y cada una de las decisiones económicas de los gobiernos los impacta”, interpretó el máster en Ciencias Políticas.
"No se puede comparar protesta de Colombia con Chile, aquí no hay apoyo de la clase media"
Asimismo, Guarín resalta que a esta tendencia se le suman dos problemas centrales que afectan principalmente la región: “la inequidad, porque la mayoría de los países subió sus estándares de vida, pero fue acumulando progresivamente la riqueza en un sector muy limitado de la población. Y también está la corrupción; dejando la sensación en la ciudadanía de que estas democracias servían para amparar regímenes corruptos”.
Al consultarle sobre las posibilidades de que se presente aprovechamiento de esta coyuntura por parte de algunos actores políticos, el director de la Corporación Reconciliación Colombia explica que ciertamente existe dicho riesgo principalmente por la decreciente confianza de la población hacia las instituciones y la democracia. “Los países se vuelven suelo fértil para expresiones autoritarias del poder siendo esto muy peligroso, porque en realidad nuestro camino debería irse más hacia el mejoramiento de nuestras democracias y no hacia su debilitamiento. También hay muchos políticos populistas que convencen a los pueblos de que los problemas se pueden solucionar perpetuándolos a ellos en el poder”.
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En las protestas registradas en las últimas semanas en Chile, Bolivia y Colombia, es evidente que la mayoría de sus participantes son personas jóvenes, situación que Guarín justifica al expresar que esto se está presentando por el inminente cambio generacional en el que los líderes de estos movimientos son ciudadanos menores de 35 años de edad. “Estas personas no vivieron en carne propia los procesos de dictadura, es decir, conocen de esto por los libros, pero no saben de qué se trató ni cuáles fueron las renuncias que hicieron esos países para lograr la democracia, y por lo tanto tienen visiones más extremas de lo que es el cambio social”.
“También hay una cantidad de jóvenes que no están dispuestos a darle tanto tiempo y tanta espera a los regímenes políticos para que hagan cambios. Y estas generaciones se expresan ante tantas frustraciones mediante las protestas, y no están dispuestos a que los gobiernos sigan en ese proceso de ajuste sin transformación”, expuso el politólogo.
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En cuanto a su punto de vista con respecto a la manera en que se desarrollan dichas protestas, Sergio Guarín indica que esencialmente se puede llegar a los enfrentamientos con la única intención de que sus demandas sean escuchadas. “La manera más eficaz que normalmente ejecuta la ciudadanía para llamar la atención de todos actores de interés de la sociedad, es dirigiéndose a un espacio público y generar desestabilidad, muchas veces asociada a la violencia, con la idea de que esa sensación de crisis que genera su manifestación sea la que desate la necesidad de hacer los cambios”.
Tomando en consideración el paro convocado en Colombia para el próximo 21 de noviembre, Guarín aclaró que esta manifestación no debe ser comparada con las ejecutadas en Chile, principalmente porque en ese país los protestantes cuentan con el completo apoyo de la clase media, postura con la que no cuenta Colombia. “Aquí la clase media no está movilizada en este momento a favor, masivamente del paro, porque no existe la sensación de que haya un gobierno que esté privilegiando los intereses más allá de sus competencias”.
“Además, estamos viendo este proceso al mismo tiempo que se está estabilizando el proceso de paz, y a esto se le puede sumar que las protestas en Colombia están mezcladas al mismo tiempo con muchas cosas, y aunque eso pueda generar de que el paro sea masivo, igual hacen que las consignas y los cambio que se persiguen sean pocos claros”, finalizó el politólogo.