Perdernos las maravillas de Caldas, un riesgo que no podemos correr
La actividad naranja del volcán Nevado del Ruiz no significa peligro para propios y visitantes, pues zonas de mayor riesgo están cerradas.
Caldas, un departamento rodeado de imponentes montañas, ríos y cascadas cristalinas, suelo de pueblos, patrimonio y ventana al Paisaje Cultural Cafetero, nos recuerda hoy que tiene las puertas abiertas y que el volcán Nevado del Ruiz no representa peligro para quienes tengan al departamento en su bitácora de viajes.
Desde allí, hoy se hace un llamado a la prevención responsable; se reconoce que su ‘león dormido’ está inestable y en nivel naranja de actividad hace varias semanas, pero también que los ojos de los mejores especialistas en volcanes y en atención de emergencias del país están puestos sobre él las 24 horas del día.
Las zonas más turísticas del departamento, especialmente las que están en territorio de influencia del volcán (Manizales, Villamaría, Chinchiná, Palestina y Neira), están listas para recibir a propios y visitantes que quieran disfrutar de aguas termales, gastronomía típica, senderos ecológicos, avistamiento de aves, turismo de naturaleza y deportivo, entre muchas otras ofertas que llevan años desarrollando. Es de anotar que, en el departamento, el único sitio turístico cerrado preventivamente es el Parque Nacional Natural Los Nevados.
Y es que, sin duda, este momento de crisis es también la oportunidad de darle una mano al turismo y al comercio de la región, sectores que han sido fuertemente golpeados en los últimos años. En 2020 por la pandemia, en 2021 por el paro nacional y ahora por la situación del volcán, que ha causado miedos infundados.
Pensando en ellos, la Administración Departamental empezó con su nueva estrategia: ‘Perdernos las maravillas de Caldas, un riesgo que no podemos correr’, una iniciativa que ya marcha buscando apoyarlos en estos momentos de dificultad. Por medio de esta se hace un llamado a propios y visitantes a comprar, visitar y disfrutar de las múltiples ofertas de la región.
“Nuestro llamado hoy es a la prevención responsable. Aquí las cadenas institucionales están en alistamiento, el análisis de la evolución del fenómeno volcánico de parte del Servicio Geológico Colombiano está a la orden del día; hay estudios de posibles afectaciones que adelanta la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo; también la constante pedagogía con quienes viven en zonas de directa influencia. No podemos permitir que falsas cadenas, videos antiguos o editados y fotos sacadas de contexto nos llenen de miedo y nos priven de conocer las maravillas de Caldas. Ese es el riesgo que no podemos correr”, dijo el gobernador de Caldas, Luis Carlos Velásquez.
Y es que, en múltiples ocasiones, el Gobierno Departamental ha insistido en que las zonas con mayor riesgo en caso de una eventual erupción, son las ubicadas a 15 kilómetros de distancia – y a la redonda- del cráter. En esta delimitación están únicamente ocho (de 35) veredas del municipio de Villamaría. Las mismas que ya tienen medida de evacuación preventiva que se ha desarrollado de manera concertada con las comunidades.
“Frente a una eventual emergencia, las cabeceras municipales de Manizales, Villamaría, Chinchiná, Palestina y Neira solo se verían afectadas por caída de ceniza, la cual se esparciría según la dirección de los vientos que se den en ese momento”, señaló el director de Gestión del Riesgo de Caldas, Félix Ricardo Giraldo.
Así las cosas, en voces de los expertos, en Caldas el mayor riesgo es quedar encantado de sus paisajes, que incluyen ver a lo lejos a su imponente volcán y fotografiarlo como es costumbre entre los habitantes de la zona centro sur. Mientras el ‘león dormido’, una belleza natural de esta región del país y cuya mayor influencia es en el vecino departamento del Tolima, decide si vuelve a dormir apacible (como ya lo hizo en 2012 y 2013) o continúa su proceso eruptivo – cuya fuerza es imposible predecir- Caldas seguirá floreciendo para los suyos, para los colombianos y para los extranjeros que quieran vivir una experiencia cargada de emociones, colores, olores y sabores que solo se sienten en estas tierras.