Precio de la lechona se dispara afectando a productores y consumidores
El aumento ha reducido las ventas, con consumidores optando por alternativas más económicas.
El tradicional plato de lechona, un ícono de las celebraciones de fin de año en Colombia, ha experimentado un aumento significativo en su precio, afectando tanto a productores como a consumidores.
Jenny Paola Huerta, Secretaria de una empresa productora de lechona, explicó que este incremento, que alcanza casi el 100%, está directamente relacionado con la escasez de cerdo, materia prima fundamental para su preparación.
“Dicen que la escasez del cerdo ha sido determinante. Al ser una materia prima tan demandada en diciembre, los precios tienden a subir”, señaló Huerta, agregando que este fenómeno no solo ha elevado los costos de la carne, sino también de otros insumos necesarios para mantener la calidad tradicional del plato.
Lea también: Esta es la forma correcta de comer lechona siguiendo las normas de etiqueta: ¿cómo se debe disfrutar del cuero?
En cuanto a los precios actuales en comparación con el año anterior, Huerta indicó que una lechona de 50 porciones, que en 2023 costaba entre 400 y 450 mil pesos, ahora se comercializa entre 530 y 550.000 pesos. Además, las porciones más pequeñas han sufrido un incremento aún más marcado. Por ejemplo, el cojín de 20 porciones, que anteriormente costaba entre 200 y 220.000 pesos, hoy alcanza un precio aproximado de 350.000 pesos.
Este aumento inesperado ha impactado directamente en las ventas, ya que muchos consumidores han optado por reducir sus pedidos o buscar alternativas más económicas para las cenas de fin de año. “Obviamente, esto afecta las ventas, porque era un plato muy apetecido en las cenas de los colombianos”, afirmó Huerta.
Más noticias: Por qué la lechona fue catalogada como el mejor plato del mundo en 2024, según TasteAtlas
A pesar de los esfuerzos por mantener la calidad y presentación del producto, los productores de lechona enfrentan un escenario desafiante debido al alza de los costos y la reducción en el consumo. La expectativa es que esta situación pueda estabilizarse en los próximos meses, aunque, por ahora, tanto productores como consumidores deberán adaptarse a esta nueva realidad económica.