Secretario general de la ONU: violencia armada no tiene justificación
"No hay ninguna justificación para la violencia armada, la paz es la única respuesta", afirmó el secretario Antonio Guterres.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, reiteró este sábado en Colombia su apoyo a los esfuerzos de paz en el país, en entredicho por una ofensiva de la guerrilla ELN que puso en suspenso los diálogos para silenciar el último conflicto armado de América.
Con la mayor crisis desde que se instalaron las conversaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Guterres aterrizó pasado el mediodía en el aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá para comenzar su primera visita de dos días al país.
"Quiero aquí reafirmar todo el apoyo de Naciones Unidas al gobierno de Colombia en la construcción de la paz", dijo más tarde Guterres, que por primera vez visita un país latinoamericano como secretario general de la organización, en una alocución televisada junto a Santos en la presidencial Casa de Nariño.
El mandatario colombiano, a su vez, destacó el respaldo que Guterres ha dado para silenciar un conflicto armado que, en medio siglo, ha dejado unas ocho millones de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados.
"Tenemos la decisión de, en Colombia, consolidar la paz", aseguró.
Guterres llegó al país horas después de que la policía confirmara el secuestro -uno de los delitos del enfrentamiento armado más repudiado por los colombianos- de un contratista de la petrolera Ecopetrol cometido presuntamente por guerrilleros del ELN en una zona fronteriza con Venezuela.
El rapto del ingeniero colombiano Rafael Andrés Riaño, de 41 años, aún no ha sido reivindicado por los insurgentes, que el miércoles iniciaron una seguidilla de ataques.
Ese día finalizaba la primera tregua bilateral y además las partes tenían previsto comenzar el quinto ciclo de conversaciones en Quito, que justamente buscaba pactar un nuevo cese al fuego bajo verificación de la ONU y la Iglesia católica.
Pero ante la ofensiva guerrillera, que se concentró en la infraestructura petrolera y la fuerza pública, Santos llamó a consultas a su jefe negociador, Gustavo Bell, y puso en suspenso la reanudación de las pláticas.
Desde el miércoles han muerto tres miembros de la fuerza pública y otros dos resultaron heridos en hechos atribuidos al ELN, la última guerrilla reconocida por el gobierno, cuyos voceros han reiterado su intención de continuar dialogando.
Con ese panorama, Guterres se reunió con Santos, parte de su gabinete y miembros de la misión de la ONU que verifica el cumplimiento del acuerdo de paz con la exguerrilla FARC, ya desarmada y transformada en partido político.
"No hay ninguna justificación para la violencia armada, la paz es la única respuesta", afirmó el secretario.
La visita "no basta"
El negociador Bell, que ha reiterado la voluntad del gobierno para continuar los diálogos, aseguró el jueves que la suerte de los diálogos con el ELN, que cuentan con cerca de 2.000 combatientes, se definirá tras la reunión entre ambos dignatarios a la que él también asistió.
Santos aseguró luego del encuentro que se mantendrá en la "dirección" de poner fin a la guerra, pero no dio mayores pistas sobre el futuro de las pláticas y deploró que el ELN haya "reanudado sus acciones terroristas".
"La visita no tendrá un gran impacto sobre la reanudación de las negociaciones" porque "la fuerza enérgica de la comunidad internacional no basta para cambiar la posición y opiniones de muchos", entre ellos la guerrilla, explicó a la AFP la analista internacional Arlene Tickner.
Santos está empeñado en sacar adelante un acuerdo con el ELN similar al pactado a finales de 2016 con las poderosas FARC.
Guterres destacó que lo convenido con las FARC tiene una "importancia simbólica" en momentos en los que el "objetivo fundamental en el mundo", que según advirtió enfrenta un riesgo de guerra nuclear, es la construcción de la paz.
Por ello, viajará el domingo al departamento de Meta, en el centro del país, para visitar una zona de reintegración de excombatientes de esa exguerrilla.
Guterres también se encontrará con líderes del ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), que han denunciado incumplimientos estatales en la implementación del pacto negociado en Cuba.
"Esperamos que su presencia en Colombia sea el impulso que hace falta para seguir construyendo una paz estable y duradera", dijo el líder de la FARC, Rodrigo Londoño ("Timochenko"), en un video en redes sociales.
Naciones Unidas, que considera el proceso de paz con las FARC como uno de sus mayores éxitos en años recientes, está preocupada por la reintegración de los exguerrilleros y porque algunos se han unido a grupos ilegales.
Guterres, que regresará a Nueva York el domingo en la noche, también ha llamado la atención por el asesinato de líderes sociales y defensores de derechos humanos. Al menos 105 activistas fueron asesinados en 2017 en Colombia.