Tapón del Darién: duros testimonios de quienes cruzan la frontera
La FM de RCN Radio conoció algunos testimonios de las personas que cruzan el Tapón del Darién.
La FM de RCN Radio llegó hasta la Provincia del Darién, frontera sur de Panamá con Colombia, el primer centro poblado que encuentran los migrantes una vez salen de la selva más peligrosa del mundo, no solo por la presencia de animales salvajes, ríos caudalosos y pantanos que se han llevado miles de vidas, sino por el acecho de peligrosos criminales que han hallado en la migración una forma para financiar sus estructuras.
Este sector del país es territorio ancestral de los indígenas guna yala y emberá-wounaan, quienes han transformado su manera de subsistencia pasando de la pesca, la agricultura y la ganadería, a actividades derivadas del tránsito irregular de migrantes.
Posadas, restaurantes y pequeñas tiendas están distribuidas en toda la zona para ofrecer bienes y servicios a los más de 3.000 viajeros que diariamente emprenden un camino de más incertidumbres que certezas, con la intención de llegar a Estados Unidos.
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Aventurarse a cruzar esta espesa jungla es prácticamente hacer un pacto con la muerte. Así lo revelan los crudos testimonios de los migrantes que nos encontramos en tránsito por esta zona; una de ellas es Evelin Millán, quien salió hace 15 días de Venezuela con su esposo y cinco niños.
“Duramos cinco días en la selva y la experiencia más horrible fue ver tantas personas muertas. Además, dos días no teníamos para darle un bocado comida a nuestros niños, me sentía impotente porque ellos pedían agua y comida y yo no tenía que darle”, narró.
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Precisamente, son los niños quienes más sufren con este drama humanitario. En medio de su inocencia, juegan y ríen sin imaginar el futuro que le espera es en otro país, alejado de sus costumbres. Uno de ellos cumplió años en la selva y su papá, Mario Chirinos, nos contó cómo lo celebraron.
“Le cantamos el cumpleaños y le preparamos un batido con avena, canela y agua de manantial, ese fue su regalo por el momento, hasta que tengamos la oportunidad de complacerlo como es debido, con un ponqué y su velita”, manifestó Chirinos, mientras cargaba a su hijo de dos años.
Todas las historias tienen un toque de determinación y valentía, pero la de Edwin Urdaneta deja asombrado a más de uno. Sin una de sus piernas logró cruzar en tres días el Tapón del Darién.
“La discapacidad es mental, yo no tengo límites, sigo siempre adelante y no me cohíbo por nada, yo voy es para adelante. Pude cruzar con ayuda de mis amigos y yo echándole bolas, lo más difícil eran las bajadas, el me tenía que amarrar, se amarraba y me llevaba cargado, cuando había partes difíciles que había río, yo me tiraba al río y ellos me esperaban del otro lado”, manifestó.
Estos tres migrantes y sus familias ya superaron el trayecto más difícil de su travesía hacia el norte del continente, pero no van ni por la mitad del camino, aún le faltan más de 4.500 kilómetros hasta la frontera sur de Estados Unidos. El paso siguiente es embarcarse en un bus que los lleve hasta la ciudad de Paso Canoas y luego adentrarse a Costa Rica.
En alerta
Las autoridades migratorias de Panamá reconocieron que están al borde de sus capacidades para gestionar esta crisis migratoria. Y es que, en lo que va corrido del 2023, han utilizado Panamá como ruta de tránsito unas 352.000 personas, cifra que supera con creces la del 2022 cuando fueron 248.000 en todo el año.
Por eso, las medidas desde este lunes 11 de septiembre serán más severas. Según anunció Samira Gozaine, directora del Servicio Nacional de Migración, se fortalecerán los controles en toda la zona del Darién y en las costas de los océanos Atlántico y Pacífico; asimismo, aumentarán las deportaciones de quienes ingresen de manera irregular.
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También se tomarán medidas en todas las terminales aéreas del país en donde se hará un ‘perfilamiento’ a quienes ingresen como turistas para determinar si le otorgan permiso de 90 días para permanecer en el territorio o solo 15. Además, deberán demostrar una solvencia económica de por lo menos 1.000 dólares.