Al Manchester United se la escapa la victoria in extremis ante el Chelsea
El derbi de la jornada de Premier League presentó el duelo entre Maurizio Sarri y José Mourinho.
Chelsea logró un sufrido empate 2-2 en Stamford Bridge ante el Manchester United en el clásico de la novena jornada de la Premier League. Anthony Martial fue la figura del encuentro al marcar dos goles, luego de que el equipo local se fuese en ventaja a través de Antonio Rüdiger.
El onceno londinense pareció encaminar el rumbo del juego desde los primeros instantes; presionó y ahogó la salida del Manchester y lo atacó permanentemente por las bandas, siendo importantes en ese rol el brasileño Willian y el belga Eden Hazard, quienes trataron de buscar siempre a Álvaro Morata, pero el atacante español no estuvo preciso.
No obstante, Chelsea se adelantó en el marcador a los 21 minutos por intermedio del defensa alemán Antonio Rüdiger al rematar violentamente de cabeza el servicio desde la esquina que envió justo al medio de área Willian. La primera etapa se adormeció con el tanto del zaguero y se instaló en una zona favorable al equipo de José Mourinho, quien puso replantear en el descanso.
Los 'Red Devils' cambiaron totalmente su disposición para el complemento y el cansancio empezó a ser evidente en la escuadra de Maurizio Sarri y la presión ejercida en los primeros minutos fue cediendo. Allí emergieron la figuras de Marcus Rashford y Anthony Martial como artífices de la recuperación del Manchester United.
El delantero francés fue el beneficiado de una serie de rebotes en el área del Chelsea y tras la primera salvada de Kepa, pudo igualar las acciones a los 55'. Luego, a los 73, una impresionante salida en velocidad del lateral Luke Shaw prosiguió con un pase a Rashford que habilitó oportunamente a Martial para decretar el segundo con un disparo lleno de efecto.
La victoria del Manchester United era un hecho, los minutos se extinguían y en el banco de Mourinho se esbozaban las primeras celebraciones, pero otro córner fue la salvación del Chelsea a los 90+6, cuando Rüdiger volvió a ganar en el salto, su definición fue levemente controlada por De Gea y Ross Barkley se apuntó con un agónico gol.