Cuando Egan Bernal le renunció a la Universidad de La Sabana
Manuel Ignacio González, decano de la Facultad de Comunicación Social en el claustro, reveló apartes de la misiva.
Manuel Ignacio González Bernal, decano de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de La Sabana, leyó en LA FM apartes de la carta en la cual Egan Bernal, hoy campeón del Tour de Francia, renunciaba a seguir estudiando en el claustro universitario.
"Se vinculó en el segundo semestre de 2013 para el programa de Comunicación Social y Periodismo y como hacia noviembre de 2013 solicitó la cancelación de su cupo porque había recibido importantes ofertas y apoyos para continuar con su carrera deportiva", recordó el decano.
"Tenemos notas de Egan. En general tenía fallas en algunas asignaturas por insasistencias, pero en otras materias tenía notas de 5, de 4,4, de 4,7, de 4,8, un muchacho seguramente hubiera podido hacer un buen paso por la Universidad. A Egan se le presentó la oportunidad del país y tomó una decisión de vida", explicó.
Lea también: Lucho Herrera cree que Chris Froome dio la orden de ayudar a Egan Bernal
Respecto a la carta en la que renunció a seguir estudiando, Egan Bernal la envió el 14 de noviembre de 2013 y en ella se lee:
La presente carta la hago para justificar la cancelación del semestre que estoy solicitando. El motivo es el siguiente. Yo soy deportista y actualmente estoy pasando por un buen momento en mi carrera deportiva. Me están ofreciendo muchas cosas y asesorado por mis papás y mi mánager deportivo decidimos que es una muy buena oportunidad y que no la debo desaprovechar.
La Universidad me ha gustado mucho y quisiera dedicarle más tiempo, pero siento que no estoy haciendo las dos cosas al tiempo. Lo mejor es decicir en este momento que mi prioridad es el deporte. Creo que después me gustaría hacer realmente mi carrera profesional, pero este no es el momento. Espero que por favor entiendan el motivo de mi retiro. Muchas gracias.
La carrera, que por entonces costaba 9 millones de pesos, se la pagó Pablo Mazuera, su mentor. Conoció a Egan Bernal cuando era un niño de 12 años y le dijo adiós con 18, cuando emigró a Italia para convertirse en profesional prematuro. Pablo Mazuera visitó el Tour de Francia y recibió un caluroso abrazo de su antiguo pupilo. "Y eso que quería ser periodista", contó a la La Agence France-Presse.
Bernal charló con su mentor en Nimes, donde el Tour tuvo la segunda jornada de descanso. Y lo volvió a ver en Val Thorens, ya con el maillot amarillo, durante la rueda de prensa del ganador. En medio de una respuesta le señaló y dijo: "Gracias a él monto en bicicleta. Fue mi primer mánager. Me patrocinó. Estudiaba periodismo y quería dejar la bici, me dijo que me pagaba un año la universidad si continuaba". Mazuera le agradeció emocionado.
Casi una década antes, en 2010, este ingeniero de sonido formado en Estados Unidos y ciclista aficionado, decidió crear una fundación que juntara deporte y educación entre los niños de Zipaquirá. Bernal, hijo de un hogar humilde -su padre fue guardia de seguridad y la madre trabajaba en cultivos de flores-, fue uno de los pequeños que se alistó. "Quería formar un proyecto social más que un equipo. Era flaquito y pequeño, fue uno de los más jóvenes que empezó. Le encanta aprender, tiene una menta abierta, es una de las mejores cosas que tiene", recordó Mazuera.
Por entonces Bernal ya había dado sus primeros pasos en el ciclismo, siguiendo la afición de su padre Germán. Los dio en la escuela municipal de Zipa, que lleva el antiguo ciclista Fabio Rodríguez. Su hermano Ronald, de 14 años de edad, forma parte ahora del mismo proyecto. "Cuando empezamos él ya era campeón nacional de mountain bike (infantil). Conmigo tuvo sus primeras experiencias en el extranjero. Le llevé a su primer Mundial, en Noruega, con 15 años, donde fue segundo, y luego a Andorra, donde fue tercero", relató Mazuera.
Lea también: A Egan Bernal lo entrenaron para crono y montaña, recuerda uno de sus técnicos
Además de montar en bicicleta de montaña, los chicos de Mazuera reciben apoyo académico. Así Bernal empezó a aprender inglés, con el que hoy se maneja a la perfección ante la prensa. En la fundación encontró a su novia, Xiomara Guerrero, a la que abrazó entre lágrimas antes de subir al podio de Tignes el viernes después de conquistar el maillot amarillo. "Pasé mucho tiempo con él. Su familia no tenía carro, así que le llevaba a los sitios, para ir a clases en la facultad de comunicación también. Tenía una beca", recordó Mazuera sobre la experiencia de Bernal en la Universidad de La Sabana.
"Tras el Mundial de Andorra fuimos al centro de la Unión Ciclista Internacional (Aigle, Suiza) e hizo unas pruebas de esfuerzo. Fueron las mejores de siempre para un corredor de su edad", señaló Mazuera sobre el punto de inflexión. "Entonces decidimos buscarle un equipo de mountain bike, pero nadie quiso contratarle. Luego, a través de un italiano que nos llevó a otro italiano, Gianni Savio decidió probarlo", continuó.
Bernal viajó a Italia a intentar su oportunidad con el conocido 'cazatalentos'. "Ganó aquella carrera y le hicieron un contrato muy básico, pero profesional", añadió Mazuera. Era 2016, no tenía 19 años y había firmado por cuatro temporadas con el Androni Giocattoli, de categoría profesional continental (2ª división mundial). Su talento ya era un secreto a voces en el pelotón. "Lo quiso fichar primero el Movistar, Nairo (Quintana) insistió en que se dieran prisa, pero dudaron y llegó el Sky (actual Ineos)", recordó Mazuera.
El resto es historia. Aterrizó en el imperio inglés en 2018 y un año y medio después se convierte en el primer latinoamericano que sube a lo más alto de los Campos Elíseos. Y al menos una parte del mérito la tiene Mazuera, su antiguo ángel de la guarda.
Escuche a Manuel Ignacio González, decano de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de la Sabana
Manuel Ignacio González, decano de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad de la Sabana