Froome pone en marcha la operación remontada
Los cartesianos planteamientos del director británico Dave Brailsford se vieron trastocados de manera inesperada.
Los planes del equipo Sky se vieron claramente trastocados el primer día del 105 Tour de Francia con la caída de su líder Chris Froome en los kilómetros finales camino de Fontenay Le Comte. Desde ese momento se puso en marcha la operación remontada.
La situación de la clasificación general después de las tres primeras etapas de la Grande Boucle no está, ni mucho menos, como les gustaría a los Sky, porque todo lo que no fuera tener a todos sus adversarios por detrás a estas alturas, no entraba en sus planes.
Los 51 segundos que cedió el británico de origen keniano, Chris Froome, frente a la mayoría de sus adversarios, con el único que no perdió tiempo fue con el colombiano Nairo Quintana (Movistar), era un tropiezo que no entraba en ningún plan.
Dentro del caos que se vivió en los diez últimos kilómetros, Froome sufrió una caída en solitario que pudo tener unas consecuencias mucho peores para sus aspiraciones de conseguir igualar a los pentacampeones del Tour: los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, el belga Eddy Merckx y el español Miguel Indurain.
Con el único que ha perdido tiempo Froome en esta cronometrada, 5 segundos, ha sido con Richie Porte (BMC), aunque el australiano fue otro de los perjudicados del primer día y ambos cruzaron la línea de meta con la misma desventaja sobre los primeros. En la misma situación estaba el británico Adam Yates (Mitchelton Scott), pero en este caso le ha recuperado ese mismo tiempo.
Al holandés Tom Dumoulin (Sunweb) únicamente le ha podido recortar siete segundos de los 51 que le cedió el primer día y son dos hombres que llegan prácticamente en igualdad de condiciones ya que se midieron en el pasado Giro de Italia donde se impuso el británico.
Otro que todavía tiene por delante con una veintena de segundos es el colombiano Rigoberto Urán (Education First) que en 2017 se aupó al segundo puesto del podio en París, aunque desde entonces ha mantenido un discreto rendimiento.
Sobre el resto, el ciclista de origen africano se ha quedado casi a la par, aunque todavía por detrás, de los Movistar Alejandro Valverde y Mikel Landa a los que ha recuperado 49 segundos; del danés Jakob Fulgsang (Astana), 47 segundos; o el polaco Rafal Majka (Bora Hansgrohe), 46.
A otros rivales como el irlandés Dan Martin (UAE Emirates), el francés Romain Bardet (AG2R) o el italiano Vincenzo Nibali (Bahrain Merida), los ha aventajado respectivamente en 1:34, 1:10 y 1:01, por lo que ya los ha superado en la general.
Además, uno de sus rivales más temidos por Froome como es el caso del colombiano Quintana ya se encuentra a 1:13.
La espina que siguen sin poder los todopoderosos británicos, a pesar de contar con el presupuesto más alto de todas las formaciones del World Tour, es el de imponerse en el Tour en una contrarreloj por equipos. De hecho tampoco ha sido capaz de vestirse el arco iris del Mundial en esta especialidad.
Desde su irrupción en el pelotón internacional a los británicos se les escapa reiteradamente esa victoria y eso que no dudan en invertir lo que sea necesario en corredores para poder conseguirlo, como ha sido esta temporada la incorporación del español Jonathan Castroviejo procedente de Movistar.
La última vez que se disputó una contrarreloj en el Tour, en 2015, los británicos cayeron derrotados ante el mismo rival de esta ocasión, el BMC, aunque en vez de los 5 segundos de 2018, entonces se les escurrió el triunfo entre los dedos por un solitario segundo de diferencia.
La maquinaria está en marcha y en el momento más inesperado intentarán dar un nuevo golpe de autoridad sobre la mesa, algo que han hecho cada vez que se les ha presentado la más mínima oportunidad de hacerlo.