Memorias de Cochise Rodríguez: 50 años del récord de la hora
Entre momentos de esfuerzo y dedicación ha transcurrido la vida del mejor deportista del siglo pasado, Martín Emilio Cochise Rodríguez.
Esta nota fue realizada por estudiantes del programa de Comunicación Social de la Universidad de La Sábana. Colaboración de María Fernanda Pantano Garzón (Universidad de la Sabana)
Miércoles 7 de octubre de 1970. Martín Emilio se encontraba en el Velódromo Agustín Melgar para romper el Récord de la hora de Mogens Frey (47.513km). Era una mañana soleada y las instalaciones del lugar resguardaban a unas 2 mil personas entre periodistas y aficionados al ciclismo. “Cochise” empezó a pedalear. Los minutos pasaban y a pesar de sentirse capaz en un inicio, llegó el punto en el que se sentía cansado y creía que no iba a terminar la prueba hasta que comenzó a oír su nombre a gritos desde la tribuna “¡Cochise, Cochise, Cochise!”; al escuchar al público animarlo, el ciclista pudo retomar fuerzas y en los últimos 5 km dio su máximo esfuerzo hasta cruzar la meta.
Martín Emilio Rodríguez Gutiérrez fue el mejor ciclista entre 1960-1970 y uno de los pioneros del ciclismo en Colombia. Nació en Medellín, Antioquia, el 14 de abril de 1942. Proviene de una familia humilde, su padre Victoriano Rodríguez murió cuando Martín era un bebé y desde muy pequeño tuvo que trabajar para ayudarle a su madre, Gertrudis Gutiérrez. Su apodo “Cochise” surgió por la película Flecha Rota en la que el protagonista, un jefe indígena, se nombraba así; a partir de ello le dijo a sus conocidos que lo llamaran de esa forma, sin saber que un día este apodo sería enmarcado en el deporte colombiano.
— Cochise ha sido una persona muy alegre, muy del público; de la gente. Ha sido de los máximos corredores de Colombia. No era una persona egoísta cuando corría, si tenía que ayudar a alguien, lo ayudaba. Cochise ha sido un ejemplo como deportista- según lo califica Albeiro Mejía- quien disputó con él varias carreras como La Vuelta Colombia de 1966.
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Martín tuvo un primer acercamiento al ciclismo a los 15 años, al participar en una competencia de Medellín a Barbosa, luego de que sus hermanas le dieran dinero para comprar una bicicleta (de mujer), pero no ganó y siguió enfocándose en su trabajo como mensajero. Dos años después, logró cambiar su bicicleta por una Monark y participó en competencias regionales, donde consiguió un título en La Avenida Las Palmas; desde allí, el joven se adentró definitivamente en el mundo del ciclismo. Desde 1961 participó en La Vuelta Colombia, pero fue en el 63 que obtuvo el primero de cuatro títulos en la competencia nacional. Luego de esto, el paisa se abrió camino hacia otros campeonatos, como Los Juegos Olímpicos en México (1968) y El Campeonato Mundial del Ciclismo (1969).
No obstante, en el Campeonato Mundial de 1970, el ciclista presentó dificultades en la categoría de persecución individual en pista. Héctor Urrego, periodista deportivo de RCN Radio, fue un testigo del evento y recuerda que a Cochise — No le iba tan bien, no podía llegar al podio. Se fijó como objetivo después de venir de un mundial en el 70, venir a México a intentar el Récord de la hora. Todo estaba planificado por su técnico Claudio Costa que lo convenció, y lo preparó para intentar ese récord.
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Era 2 de octubre de 1970, Martín Emilio aterrizó en Ciudad de México junto a varios integrantes de su equipo técnico y a Claudio Costa -entrenador italiano de pista que llevaba trabajando con él desde su contratación por la Federación Colombiana de Ciclismo en 1969 y que tres años después lo ayudaría para ser ciclista profesional en el equipo Bianchi Campagnolo en Italia. Faltaban cinco días para el Récord de la hora pero Martín llegó para entrenar arduamente antes de la gran fecha. Decidió practicar en la carretera México-Toluca. “Cochise” empezó a pedalear en la vía de 140 km de largo; se enfrentó a ascensos y descensos pronunciados y a vientos en contra, pero finalmente logró el recorrido en dos horas y media, según relató el diario El Nacional. En entrenamientos similares entre ruta y pista se basaron los siguientes días.
Martín nunca había sido un hombre de sentir nerviosismo antes de sus carreras; en el gran día no fue la excepción. Al llegar saludó a Jacinto Bemotto (dueño de las bicicletas con el mismo nombre) y a Luigi Casola (gerente de Bemotto) con la sonrisa y amabilidad que lo caracterizaba. Su metrónomo, que medía los tiempos por vuelta, lo acompañó ese día que terminó por marcar un hito en la historia del ídolo al superar al danés Morgens Frey con 53 metros de distancia.
“Cochise” recuerda que luego de su victoria recibió una llamada — Me llamó el presidente Misael Pastrana para felicitarme — me comentó, bajando la mirada al recordar el momento. Pero ¿quiénes fueron las primeras personas a las que contactó? El campeón cogió un teléfono y de inmediato hizo una llamada a su madre Gertrudis y a su esposa María Cristina Correa “para dedicarles el triunfo y para decirles que había sido una victoria muy buena, para mí mismo, la familia, el deporte, y, finalmente, para Colombia”. Cabe resaltar que este triunfo no solo marcó una victoria más, sino que por este y por muchos otros logros que tendría después, fue nombrado el deportista del siglo XX por la Asociación colombiana de Redactores Deportivos.
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Hoy, a sus 78 años, Martín aún recuerda cada detalle de aquel día que fue motivo de festejo para Colombia y para él al representar una prueba de superación de sí mismo, al dar todo en aquel Velódromo que quedó enmarcado en su memoria. Cochise expresa: — Se logró ese título por el trabajo que se hizo, la disciplina, el comportamiento y las indicaciones del técnico que era Claudio Costa. Gracias a Dios se logró uno de los títulos principales para Colombia.
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Al hablar de Martin Emilio “Cochise” Rodríguez se habla de una leyenda del deporte colombiano. Su determinación, disciplina, espíritu de superación a través del deporte y su buen desempeño en pista y ruta lo hicieron un ciclista único en la época, que despertó la admiración en los aficionados del deporte de dos ruedas.