Dayer Quintana, hermano de Nairo Quintana, correrá el Giro de Italia
El Movistar Team anunció el equipo con el que afrontará la primera grande del año, del 4 al 27 de mayo.
??? Nuestro equipo para el @giroditalia / Meet our #Giro101 lineup! #RodamosJuntos
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— Movistar Team (@Movistar_Team) 27 de abril de 2018
El mejor equipo del Giro de Italia 2017 cambia por completo su planteamiento y apuesta para la 101ª edición de la ‘Corsa Rosa’. Un conjunto con esperanzas jóvenes y mucho talento latinoamericano conformará el ocho -primera Gran Vuelta tras la reducción de corredores impuesta para este 2018- de un Movistar Team que lleva ocho años seguidos logrando al menos un triunfo de etapa en la prueba… cuando no hitos mucho mayores.
El Giro 2018 comenzará con la novedad de albergar la primera salida de una ronda de tres semanas fuera de territorio europeo -al menos en cuanto a geografía política-. Israel acogerá los tres primeros días de la prueba, con una sinuosa contrarreloj inicial, que no prólogo, de casi 10 km en Jerusalén (viernes 4 de mayo) y dos finales adecuados para los sprinters: uno por la costa, entre Haifa y Tel Aviv (sábado 5) y otro camino del sur, llegando hasta Eilat (domingo 6) con casi 230 km de competición.
La carrera aprovechará su primer descanso para volar hasta Sicilia, donde se cubrirán otras tres etapas nada sencillas. El martes 8 se acabará en Caltagirone (198 km), con rampas de hasta el 13% en meta y una segunda mitad de carrera sin apenas llano. El miércoles 9, otra cuesta más típica de Tirreno que del Giro en Santa Ninfa (12%), con tres puertos suaves aunque más extensos por el camino. Y el jueves 10, un primer final de montaña realmente duro: el Etna (1ª), con casi 40 km de ascensión, prácticamente ininterrumpidos, y 15 km finales al 6,5%.
De regreso al continente con una etapa más suave en Praia a Mare (viernes 11), el segundo fin de semana del Giro traerá la larga pero generosa subida a Montevergine (2ª; 17 km a un 5%), el sábado 12, y el segundo final de alta montaña, típicamente apenínica, en el Gran Sasso (domingo 13), dividido en el más tendido Calascio (2ª; 14 km al 6%) y el duro tramo final -hasta el 13%- hacia Campo Imperatore (1ª).
La segunda semana del Giro, de suroeste a noreste, traerá más posibilidades a los velocistas: hasta tres, con un día largo y sinuoso en Gualdo Tadino (martes 15), un incómodo final en Imola (jueves 17) y una llegada más franca en Nervesa (viernes 18). Entre ellas, una pequeña emboscada en Osimo (miércoles 16), con muchas rampas en el tramo final y el exigente escollo previo del muro de Filottrano -no puntuable, ya transitado en la Tirreno de este año y homenaje a Michele Scarponi-.
Para el tercer fin de semana se reserva el primer encuentro con la montaña más imponente del Giro. La 14ª jornada (sábado 19) culminará en el terrible Monte Zoncolan (1ª; 10,1 km al 11,5%) y sus cuatro kilómetros centrales por encima del 15%, aumentando hasta el 22% de pendiente máxima. El domingo 20 se superarán rampas más racionales pero muy continuas, ya en terreno dolomítico: Tre Croci, Sant’Antonio y Costalissoio -todos de 2ª categoría- antes de la llegada en Sappada.
Tras el último descanso llegará una segunda crono individual temida por los escaladores y deseada por los especialistas: 34,2 km prácticamente llanos, con apenas un breve repecho en su segunda mitad, entre Trento y Rovereto (martes 22). Desde ahí, y con la clásica jornada de fugas típica de la tercera semana del Giro, camino de Iseo (155 km, miércoles 23), se afrontará la traca final de la carrera, toda ella en los Alpes occidentales.
El jueves 24, el extenso (14 km) y continuado (casi un 7%) Pratonevoso en un día unipuerto de casi 200 km. El viernes 25, la que seguramente sea la jornada reina de la carrera por nombres, con cuarto puestos bastante separados entre sí: Colle del Lys (2ª), Colle delle Finestre (Cima Coppi; 8 km sobre tierra), Sestriere (3ª) y final en Jafferau (1ª). Y el sábado 26, para decidir la carrera -que terminará con un llano circuito en Roma-, la que por continuidad en su dureza y posibilidades también podría ser la reina: nada menos que 214 km con un final durísimo en Tsecore (1ª), Saint Pantaléon (1ª) y llegada a Cervinia (1ª).