El Sporting Locri de Italia, amenazado por la mafia
La Ndrangheta', considerada la organización mafiosa más poderosa de Europa, opera en la zona del equipo. No obstante, las autoridades dudan que las amenazas vengan de allí.
Uno de los mejores equipos italianos de fútbol femenino en sala regresó el domingo a la competición en Calabria (sur), pese a amenazas supuestamente procedentes de la mafia, que han generado importantes muestras de apoyo en el deporte del país.
El Sporting Locri, que milita en la más alta categoría, tiene cinco jugadores y antes de Navidad parecía poner punto final a su aventura, cuando el presidente Ferdinando Armeni dimitió tras haber recibido mensajes anónimos con amenazas contra el club y contra su hija de apenas 3 años de edad.
El caso provocó un movimiento de solidaridad nacional y Giovanni Calabrese, alcalde de Locri, asumió de manera interina la cabeza del club, que este domingo jugó y perdió contra las chicas de la Lazio (3-2), en un partido retransmitido en directo por televisión y con la presencia del presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Carlo Tavecchio. "Puede que fuera de alguien importante o de un pequeño criminal, pero en cualquier caso, una amenaza es una amenaza", afirmó Armeni a la AFP.
En una región con una alta tasa de desempleo (23,4%, la más alta del país) y con presencia de la 'Ndrangheta', considerada la organización mafiosa más poderosa de Europa, se abrió una investigación para tratar de determinar el origen de las amenazas.
Armeni declaró a los periodistas que no tenía idea de ese origen y desmintió los rumores publicados por la prensa sobre que las finanzas del club, dañadas por los fichajes de jugadoras procedentes de España, habían sido la auténtica causa de su dimisión. "El equipo no debe retirarse", declaró a la AFP Nicola Gretteri, fiscal anti-mafia que vive desde hace 26 años con protección policial tras haber sido objeto de amenazas e intentos de asesinato.
El equipo es "un orgullo para esta región", insistió, solicitando apoyo psicológico para las jugadoras por el estrés y la presión a la que se están viendo sometidas. Las relaciones entre mafia y deporte vienen de lejos. Organizaciones criminales han utilizado en ocasiones a clubes deportivos para lavar dinero sucio y conseguir importantes beneficios mediante partidos amañados, sobre todo en las divisiones inferiores.
Para Gratteri, es improbable que la Ndrangheta esté detrás de las amenazas al Sporting Locri. La organización "está presente allí donde se puede hacer dinero" y en el fútbol femenino italiano "no hay dinero ni poder", subraya.