El City de Guardiola cayó ante el Chelsea
En el partido más atractivo de la jornada del fútbol inglés, el Chelsea se impuso ante el equipo del catalán.
Chelsea derrotó 2-0 al Manchester City y sumó 34 puntos que le mantienen la ilusión para pelar el campeonato. Los tantos fueron anotados por N'golo Kanté y David Luiz.
La lucha por la posesión, no tardó en amarrarla el estratega español. El City diluyó la presión en bloque alto del Chelsea y lo sometió.
Pero el dominio territorial y asfixiante apenas se transformó en grandes ocasiones. Las que tuvo, el City no las aprovechó. No lo hizo primero Raheem Sterling, tras un centro de David Silva, y su disparo mordido lo atrapó Kepa.
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Tampoco lo hizo Sané pasada la media hora, cuando el asedio visitante era mayor. Su remate lo tuvo que rechazar Azpilicueta cuando ya se colaba.
Mientras las aficiones se mandaban recados con la del City rememorando su condición de campeón y la del Chelsea recordándoles que "nunca serán campeones de Europa", el conjunto de Sarri esperó agazapado a que la tormenta parase arropado por la impecable actuación de Kepa.
Cuando asomaba el descanso y el Chelsea parecía conformarse con ello, los londinenses armaron una contra. Pedro encontró a Willian dentro del área con un pase en largo. Su centro, lo rechazó la defensa celeste. El balón llovido del cielo se posó en Marcos Alonso que, en lugar de buscar el disparo, entregó el cuero a Hazard en el área.
El belga escondió la bola y aguardó la llegada desde atrás de Kanté, quien, con el alma, fusiló a Ederson. Quizás no era justo, pero el Chelsea se encontró casi sin merecerlo con la victoria en sus manos.
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Y casi sin quererlo, el planteamiento de Sarri, de no tener una referencia arriba, estaba funcionando. Optó por la rapidez y le estaba dando réditos.
Guardiola, sin embargo, dejó de confiar en su esquema. A los ocho minutos de la segunda parte sentó a Sané y fijó a un nueve arriba con Gabriel Jesús, con la esperanza de cazar algún centro lateral.
Al City le comenzó a ocurrir como a la lluvia de Londres, iba y venía. Atacaba a ráfagas y con eso no le daba para dañar al orden de Sarri. Menos aún, cuando David Silva se tuvo que retirar del campo con un problema físico.
Con la salida del canario, el City acabó por perder las riendas del encuentro y el Chelsea empezó a verse cómodo con el cuero. Con diez minutos por jugarse, a la hinchada local le esperaba un largo camino aún por recorrer, hasta que llegó la cabeza de David Luiz.
El brasileño se introdujo entre la defensa 'Cityzen' en un tiro de esquina a favor que nunca tuvo que existir, el disparo previo de Hazard no tocó en nadie, y en el primer palo se adelantó a todo el mundo y firmó un precioso cabezazo a las redes que certificó el fin de la invencibilidad del City.