"La Copa se llama Libertadores de América. Jugarla en España es una burla"
Fernando Niembro, analista deportivo, aseguró que los españoles "nos tratan como si fuéramos verdaderos indios".
Fernando Niembro, analista deportivo argentino, consideró una burla que el partido entre River Plate y Boca Juniors por el juego de vuelta de la final de la Copa Libertadores de América se dispute en España.
"La Copa se llama Libertadores de América. Jugarla en España es una burla", dijo Niembro, quien aseguró que bien podría haberse jugado en otro estadio de Argentina o, en su defecto, en países cercanos como Chile o Uruguay. Además, aseguró, cerca de 60 mil personas compraron boletería para el juego y, aunque les regresen el tiquete, pagaron por un espectáculo que se llevaron a otro continente.
"El castigo a River era jugarlo en otro estadio de Argentina", aseguró Niembro, al mostrarse de acuerdo con el mensaje pulibcado en Twitter por José Luis Chilavert, portero paraguayo retirado.
Y pensar que nos liberamos de España y en honor a los libertadores la copa llevaba su nombre. Curioso que se juega en España. Curioso no?
— José Luis Chilavert (@JoseLChilavert_) 29 de noviembre de 2018
El analista deportivo también recordó un titular del diario Marca: "Hermanos argentinos, respeten los urinarios del Santiago Bernabeu, son la nueva Capilla Sixtina" para sostener que "nos tratan como si fuéramos verdaderos indios" y ahora se burlan de Suramérica.
Fernando Niembro, comentarista deportivo
La ciudad de Madrid fue elegida por la Conmebol como la sede del histórico encuentro entre River Plate y Boca Juniors, por la final de la Copa Libertadores 2018. Se jugará en el estadio Santiago Bernabéu. Los jugadores de River y Boca cambiarán el césped del argentino estadio Monumental, donde se iba a jugar el pasado 24 de noviembre, por el campo del Real Madrid, donde se disputará finalmente el 9 de diciembre a las 20.30 hora española, según anunció el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
Cabe recordar que el partido de vuelta por la final del torneo programada para el 24 de noviembre se pospuso porque hinchas del equipo local atacaron el autobús que transportaba a los jugadores del Xeneize al Monumental y lastimaron a algunos de ellos. En el compromiso de ida igualaron 2-2 en la Bombonera. En la vuelta, River es local sobre el papel, pues hasta hinchas de Boca podrán ingresar al Bernabéu.
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La propuesta del Bernabéu surgió del presidente del Real Madrid, Florentino Peréz, quien tras una "charla personal" con Domínguez puso el estadio merengue a disposición del fútbol suramericano. Domínguez se decantó por la capital española por su "gran cultura y tradición de fútbol", además de por la seguridad que ofrece y de la conectividad de su aeropuerto con Suramérica.
Al margen de las cuestiones logísticas, el presidente de la Conmebol también aludió a las cuestiones sentimentales y reconoció que la importante presencia de argentinos en Madrid pesó a la hora de la elección de la nueva sede del partido. Por eso, el Bernabéu abrirá sus puertas a las hinchadas de River y Boca, que esperan acudir al encuentro para transmitir su calor a los jugadores, ya que con el cambio de hemisferio los futbolistas aterrizarán en un Madrid invernal.
Uno de los mayores eventos deportivos de Suramérica se jugará de manera puntual en Europa, con lo que los dos continentes fijarán su atención en Madrid ese 9 de diciembre, algo que no pasa inadvertido para Domínguez. "Queremos recordarle a Sudamérica y al mundo que el fútbol se puede y se debe vivir en paz, y que la pasión deportiva y el respeto por el rival son valores complementarios que pueden coexistir", comentó el presidente de la Conmebol en la rueda de prensa en la que informó la fecha y el lugar de la final.
Las palabras de Domínguez corroboraron una hipótesis que empezó a cobrar fuerza a lo largo del jueves, la del Bernabéu como sede de la final de la Libertadores 2018. El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se adelantó a la confirmación de la Conmebol con la publicación de un tuit en el que daba su aprobación para la celebración del partido en el campo 'vikingo'.
La elección de Madrid no estuvo ajena a las críticas y varias voces se cuestionaron los motivos que llevaron a la Conmebol a trasladar a los dos equipos argentinos a España. Domínguez negó que respondiera a cuestiones económicas y adelantó que el dinero que sobre de la organización se destinará a un fondo para la creación de una fundación que ponga fin a la violencia que rodea al fútbol en Suramérica, tanto en la cancha como fuera de ella.
Esa violencia fue la que provocó la suspensión del partido el pasado sábado y fue condenada este jueves por el Tribunal de Disciplina de la Conmebol, que sancionó a River Plate con una multa de 400.000 dólares y dos partidos como local a puerta cerrada en el año 2019. Por el momento, Argentina no volverá a albergar la final de la Copa Libertadores, ya que la de 2019 se jugará en Santiago de Chile en una final única, como anunció la Conmebol.