River Plate empata sobre el final con Paranaense en octavos de Copa Libertadores
El clasificado a cuartos de final se definirá el 1 de diciembre.
River Plate sacó la casta cuando su derrota parecía segura y empató 1-1 este martes en su visita al diezmado Athletico Paranaense, que a base de unidad y orden lo puso en aprietos en el juego de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores-2020.
Con seis bajas por el nuevo coronavirus, entre ellas las de su portero, lateral y atacante titulares, el equipo del experimentado Paulo Autuori daba una cátedra de pragmatismo ante el favorito de la llave, el millonario de Marcelo Gallardo que alumbra al continente con sus exhibiciones de buen fútbol.
Sin embargo, la solidez del 'Furacao', que desde el minuto 66 jugó con diez hombres por la expulsión de Reinaldo, solo duró novena minutos.
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Los brasileños se fueron adelante con un remate de fuera de área de Bissoli, en el 57, tras la displicencia en la marca de los centrales de la banda cruzada. Pero un cabezazo certero del chileno Paulo Díaz, en el 90, sentenció las tablas.
Aunque se adueñó del balón y mandó en la cancha de la Arena Athletico Paranaense, el favorito River Plate sufrió más de lo esperado y se jugará su destino en el partido de vuelta, el 1 de diciembre en Argentina.
El vencedor de esta llave se enfrentará en los cuartos de final con el ganador de los choques entre Independiente de Valle (ECU) y Nacional (URU).
- Debut sólido -
Posesión, toques rápidos y buscar al hombre en el espacio. La fórmula del "Muñeco", que ha consolidado a River como uno de los mejores equipos de Sudamérica, se repitió en la grama sintética del estadio Athletico Paranaense.
Aunque la velocidad en los pases logró remecer a la defensa brasileña, no alcanzó a poner a prueba a Bento. El portero de 21 años debutó con solvencia con el 'Furacao' ante la contaminación con el nuevo coronavirus del titular Santos y el suplente Jandrei.
Su talento fue exigido en un cabezazo y luego en un tiro con derecha del colombiano Rafael Borré, y un testazo del chileno Paulo Díaz. El debutante apenas se esforzó para controlar los embates visitantes. No cualquiera se estrena así, en la Libertadores y ante el bravísimo River Plate.
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El guardameta juvenil transmitió calma a su defensa, también diezmada por la infección del lateral Abner, ante ataques estériles de River.
Ignacio Fernández, Borré y Matías Suárez intentaron elaborar peligro, apoyados por el mediocampista Iván Sosa, pero sus aspiraciones se encontraron con una zaga segura. Los brasileños apenas tuvieron una chance en un desperdicio de Richard en el primer tiempo.
Solo y frente al arco de Franco Armani, el volante disparó por encima del travesaño del portero de la selección de Argentina.
- Pragmatismo Vs. buen fútbol -
El papel, en el fútbol, resiste todo. Inclusive una aparente igualdad entre equipos con presentes tan disparejos. River, en teoría, debía haber ganado con tranquilidad este juego ante las bajas por el nuevo coronavirus de su rival.
Bastó una desconcentración de sus centrales, Díaz y el capitán Javier Pinola, para que el recién ingresado Bissoli derrotara a Armani en un zapatazo de derecha desde fuera del área, en la segunda opción de los anfitriones en todo el partido.
Los millonarios, hombre a hombre, son más, pero si algo ha mostrado el equipo del experimentado Autuori es que en la unión está su fortaleza.
El desparpajo del cafetero Jorge Carrascal y el poderío ofensivo de Lucas Pratto, que ingresaron en la segunda parte, apenas incomodaron a los locales. Ni siquiera la imprudencia de Reinaldo, que dejó a los brasileños con diez tras doble amonestación, doblegó al 'Furacao'.
El poderío del Paranaense fue aguantar y sorprender, y consolidar una tendencia que en Europa ya es moda: el pragmatismo vence al buen fútbol. Pero que es tendencia desde que aguante. Si no funciona, por un cabezazo de última hora, como el de Díaz, en un córner, hay que revaluar.