Zinedine Zidane, tras renunciar al Real Madrid: es el momento de un cambio
El estratega francés deja el conjunto blanco de manera sorpresiva.
Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, dio por finalizada su etapa en el banquillo de la primera plantilla blanca tras dos años y medio de éxitos y se marcha tras conquistar la tercera Liga de Campeones consecutiva, al sentir que "el equipo necesita un cambio para seguir ganando".
La habitual sonrisa de Zidane desapareció de la sala de prensa de La Ciudad del Real Madrid cuando, acompañado por el presidente, un Florentino Pérez con rostro triste, comunicó su decisión irrevocable de abandonar el club tras dos años y medio en el banquillo, desde que el 4 de enero de 2016 ocupó el puesto que dejó Rafael Benítez.
Desde entonces ha ganado tres Ligas de Campeones consecutivas (2015/16, 2016/17 y 2017/18), una Liga (2016/17), dos Supercopas de Europa (2016 y 2017), dos Mundiales de Clubes (2016 y 2017) y una Supercopa de España (2017). Nueve títulos de trece posibles antes de sentir este curso que la plantilla necesita una nueva metodología para seguir ganando y un técnico preparado para renovarla.
"Tomé la decisión de no seguir y hablé con el presidente. Es el momento para todos, primero para mí. Un momento raro pero importante. Había que hacerlo por el bien de todos. Este equipo debe seguir ganando y necesita un cambio después de tres años. Otro discurso, otra metodología de trabajo, y por eso tomé esta decisión. Quiero mucho al Real Madrid y al presidente. Le estaré eternamente agradecido toda mi vida, pero hoy hay que cambiar", dijo.
Con americana azul y jersey interior negro, estilo sobrio y sin ningún escudo del Real Madrid, como en cada rueda de prensa que dio en dos años y medio al mando del equipo, Zidane se despidió de todos mezclando tristeza y responsabilidad por la decisión que ha tomado. Imaginando un posible regreso con el paso del tiempo.
"Puede ser un hasta luego porque el Real Madrid me lo ha dado todo y voy a estar cerca del club toda la vida. Para muchos es una decisión sin sentido, pero es el momento de hacer un cambio, también para los jugadores. Después de tres años es la decisión adecuada", insistió.
Zidane agradeció el "apoyo" de la afición madridista y entendió la sorpresa que puede generar su decisión. "Le agradezco siempre, no solo como entrenador. Como jugador me apoyó hasta cuando jugaba mal". Y también tuvo un reconocimiento especial para los trabajadores del club que le han acompañado en esta etapa.
"Doy las gracias a todas las personas que he tenido alrededor porque han estado espectaculares. Fisios, doctores, cuerpo técnico, utileros y la gente del club. La exigencia es muy alta y todos dan lo que tienen por el club siempre. Gracias. Ganar es de todos", afirmó.
No quiso desvelar el momento en el que decidió abandonar el Real Madrid, pero dejó entrever que fue el pasado 24 de enero cuando el Leganés remontó en el Santiago Bernabéu y eliminó de la Copa del Rey al equipo de Zidane. "Es un desgaste natural, cuando dije que seguía a lo mejor no lo pensaba. En mi cabeza había otra cosa. Decía que en este club puede pasar de tod,o porque se puede acabar de un día a otro. Después de tres años es el momento por muchas razones. No estoy cansado de entrenar, pero para seguir ganando es el momento de un cambio", opinó. "El peor momento en el banquillo ha sido este año, al perder contra el Leganés la vuelta de Copa. Ahí me quedé muy tocado", añadió.
En lo positivo elogió la conquista de la Liga, "fue lo máximo", por encima de tres 'Champions' consecutivas. Tras tomar la decisión hace tiempo, Zizou esperó que acabase la temporada para comunicarla. A los jugadores se lo dijo con un mensaje de móvil y de momento solo ha hablado con el capitán Sergio Ramos. "Hablé con él como capitán. Jugué con él, hemos vivido muchas cosas y respeta la decisión. Me deseó suerte y le dije lo que representa para el Real Madrid. Es un líder. Ha sido un placer compartir otros tres años con él".
"Los momentos duros no los olvido. Acabamos con uno espectacular ganando la tercera Champions, pero hubo otros que me hicieron reflexionar", apuntó el técnico francés. "Los jugadores necesitan un cambio. Les agradezco su lucha en el campo. No puedo pedirles más de lo que me han dado, pero es el momento de que tengan otro discurso para volver a ganar. Después de tres años es mi decisión, me puedo equivocar pero es el momento. No veo claramente que vayamos a seguir ganando. Mejor cambiar para no hacer tonterías", expresó.
Zidane dijo que no entrenará la próxima temporada y que descansará. Acabó confesando que, en caso de haber perdido la final de la 'Champions' ante el Liverpool, podía haber cambiado de decisión, pero ya no hay retorno: "Cuando tomo una decisión no es por tomarla, he reflexionado mucho y ahora no pienso en dar marcha atrás".
"Es más simple de lo que parece. Hay etapas que uno vive muy fuerte y hay que saber cuándo parar. Lo hago por el bien del equipo y del club. Conmigo hubiese sido complicado ganar el año que viene, lo hemos visto en Liga o en Copa del Rey, hubo momentos difíciles que no olvido. No quiero empezar una temporada que acabe mal. Prefiero terminar esta etapa cuando toda va bien, lo hice como jugador y lo hago ahora como entrenador. Es el momento", sentenció antes de marcharse de la conferencia de prensa entre aplausos.
Lleno de títulos
Zidane esbozó su última sonrisa con el Real Madrid en Kiev. Ese jueves fue un momento duro y serio. Deja un puñado de títulos en la vitrina de la T4 del estadio Bernabéu, un escaparate que se va a reformar porque las 13 Copas de Europa comienzan a apiñarse y no pueden respirar.
Zidane ha sabido aplicar el 'laissez faire' en un vestuario donde es preciso combinar orden y tacto a la hora de dirigir estrellas. El día que anunció en el Madrid su deseo de apuntarse al gremio de entrenador, fue una bomba. Nadie en el fútbol podía imaginar que Zidane algún día fuera a convertirse en entrenador.
Era un tipo frío, poco hablador, algo distante y poco dado al folklore. Sin embargo, Zizou tiró abajo todas las dudas que se presumían con unas primeras comparecencias ante la prensa espectaculares. Dueño del escenario, Zidane comenzó a exhibir una sonrisa cautivadora, a responder cuestiones comprometidas, sacando dientes, y no dando importancia a asuntos que parecían trascendentes.
Y en el campo, fue tirando prejuicios uno detrás de otro. Decían que la BBC era intocable. Y se cargó el mito. Benzema se fue al banquillo. Y Bale también. El galés incluso ni jugó de titular la última Champions en Kiev. Luego lo puso en el campo y regaló la famosa chilena que tumbó al Liverpool.
Zidane apeló a la meritocracia. No lo hizo con urgencia. Eso es verdad. Entrar en el equipo titular no es fácil y tener contentos a 22 jugadores toda la temporada es un desafío a prueba sólo de los más grandes. Con Zidane jugó Isco, tiró de Marco Asensio en las grandes citas, confió a ciegas en Keylor Navas, impuso un centro del campo Modric-Casemiro-Kross, que se hizo indiscutible, y manejó con mano izquierda los berrinches de Cristiano Ronaldo.
Después de tres años, Zidane necesita un cambio de aires. Siempre fue dueño de su futuro. Florentino Pérez fue su gran valedor. El confío en él a ciegas. Y acertó de pleno. Lo fichó con una servilleta. Zidane en su día, se fue de jugador, con contrato en vigor. Y se marcha ahora de entrenador, en lo más alto de su carrera, con el Madrid repleto de éxitos.
En los últimos años, Mourinho dejó huella en el vestuario. Sus cercanos cuentan como cambiaba tácticamente con pasión los partidos sentado en el suelo moviendo las botellas de agua de Solán de Cabras.
Zidane es de otro estilo, de otra pasta, sabe cuando el jugador quiere estar solo, cuando necesita la caricia, supo usar el palo y la zanahoria. Los futbolistas respetan su rango. Tres Copas de Europa consecutivas. Y Zidane se va cuando esta plantilla está ya en la línea de mirar a los ojos al de Puskas, Di Stéfano y Gento en la maquinaria de sumar títulos. Hay una ley no escrita que dice que un entrenador no puede estar más de tres temporadas en un club. Zidane ha hecho oficial esta tesis y ha puesto ese listón en los libros de fútbol.
La rueda de prensa de Real Madrid