'A Nairo ni en el Giro ni en el Tour le vemos con su brillantez habitual'
Eusebio Unzue, director del Movistar Team, se refirió a la situación del colombiano.
El ciclista colombiano Nairo Quintana llevaba varios días con el gesto torcido, agriado por la ausencia de buenas sensaciones en el Tour de Francia, y sin estar convencido de que haber corrido el Giro de Italia fuera una buena decisión.
El análisis se confirmó en la etapa reina del Tour de Francia, una sucesión de tres puertos de categoría especial diseñada para sacar brillo a escaladores de la talla del hombre de Movistar.
Pero Quintana no carburó, y cruzó la meta con 1.15 de retraso con respecto al grupo de favoritos, comandado por el maillot amarillo, el británico Chris Froome, del que ya le separan 2.13 minutos.
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Más que el tiempo perdido, el ambiente en el equipo español parece aplanado por la sensación de que su líder no tiene el brillo de otras ocasiones, que no se siente capaz de plantar cara al ganador de las dos últimas ediciones. "Ni en el pasado Giro ni en el Tour le vemos con su brillantez habitual", asegura el director del Movistar, Eusebio Unzue.
El propio Quintana confirma que "las fuerzas se van reduciendo, tras haber hecho una apuesta como la de este año". El colombiano cambió la preparación. El año pasado corrió el Tour y la Vuelta. Tras ser tercero en Francia ganó en España, lo que llevó al Movistar a pensar que Quintana estaba mejor en su segunda carrera de tres semanas.
Por eso apostaron por disputar el Giro antes del Tour, que de nuevo sería su gran objetivo de la temporada. Pero los cálculos no han salido bien. Quintana fue segundo en Italia por detrás del holandés Tom Dumoulin y ahora no parece tener las fuerzas necesarias para luchar por el Tour.
Antes de empezar la ronda gala en Düsseldorf, Quintana aseguraba que en los 33 días posteriores al Giro había tenido tiempo suficiente para recuperar su físico, lo que le auguraba que podía pelear con los mejores.
Pero a medida que han pasado los días en el Tour, Quintana no ha estado a su mejor nivel. El colombiano lo achaca a que no tiene la misma frescura que sus rivales directos, que no corrieron en Italia.
Cedió 48 segundos en la contrarreloj inicial en Düsseldorf y en La Planche des Belles Filles, primer contacto con la montaña, se quedó descolgado del grupo de favoritos al primer ataque, aunque finalmente no cedió tiempo. Pero en la etapa reina hubo más pelea y Quintana demostró que no tiene el nivel de estar entre los mejores.
Cuando la carretera se puso más dura, el ciclista, que ha subido al podium del Tour en las tres veces que lo ha disputado, se quedó descolgado y acabó cediendo una renta importante. Aún queda mucha carretera hasta París y el Movistar y Quintana se aferran a sus opciones. "Nos ha demostrado muchas veces que no podemos dejar de confiar en él", asegura Unzue, que cree que queda terreno para dar la vuelta a una situación adversa como la que viven.
A Quintana le cuesta más seguir vendiendo esa ilusión. El colombiano asegura que seguirá rodando, que todavía no da por perdidas sus opciones de subir por cuarta vez al podium, pero que no tiene las mejores sensaciones. "Queda más Tour, vamos a ver cómo siguen las piernas y afrontarlo con tranquilidad. Somos seres humanos y algunas veces hay más fuerzas y en otras pocas. Hay que saber pasar los momentos difíciles. Poco a poco vamos a ir pasándolos y ver qué podemos ir inventando", señaló.
Quintana, que porta en sus espaldas las esperanzas colombianas en el Tour de Francia, ha visto además como ya no es el mejor de su país en la general. Rigoberto Urán, ganador de la etapa reina, se puso cuarto a 55 segundos del líder. Ambos tienen un conflicto abierto desde el Giro de 2014, cuando Quintana atacó en un descenso mientras la carrera estaba neutralizada y Urán era el líder.
Con información de EFE