Sudamericana: Huracán da el golpe a River en el Monumental (semis ida)

 

Huracán derrotó 1-0 como visitante a River Plate en el partido de ida entre equipos argentinos por una de las semifinales de la Copa Sudamericana 2015, disputado en el estadio Monumental en Buenos Aires.

 

Cristian Espinoza (14 minutos) marcó el gol para el triunfo del 'Globo', que se lleva un muy buen resultado para la revancha, en la que le bastará empatar como local para avanzar a la serie decisiva.

 

El desquite se jugará el 26 de noviembre en el estadio Tomás Ducó, y el ganador se enfrentará en la final con el vencedor de la serie entre el paraguayo Sportivo Luqueño y el colombiano Independiente Santa Fe, que está igualada 1-1 al jugarse la ida en suelo guaraní.

 

Luego de unos primeros minutos en los que ambos equipos intentaron presionar en la salida del rival, fue Huracán el que salió mejor parado de esa búsqueda, porque esa presión, tras un pelotazo de Montenegro, sirvió para que Milton Casco falle en el cierre, ya que su despeje dio en la pierna de Espinoza, que lo perseguía, y el toque en el delantero descolocó a Barovero.

 

Desde entonces, Huracán se las arregló para manejar el ritmo del partido, ante un River al que le faltaba sorpresa para vulnerar el dispositivo del 'Globo', y apenas si pudo inquietarlo con un cabezazo de Alario que salió apenas alto.

 

Desconectado, con poco enlace entre sus líneas, River no generó acciones de riesgo, y así lo entendió el entrenador Marcelo Gallardo, al que no le tembló el pulso para mover el banco de suplentes y disponer dos cambios para el segundo tiempo, con los ingresos de Lucho González y el charrúa Tabaré Viudez por Driussi y Gonzalo Martínez, ambos de discreta producción.

 

Huracán, en tanto, supo encontrar espacios, bien explotados sobre todo por Espinoza, que taladró sobre el sector defendido por Casco, y también por Toranzo, que mostraba oficio para batallar en el medio, y claridad para tratar de encontrar a Abila en el ataque.

 

La aplicada tarea defensiva de Huracán no se resquebrajó en la segunda mitad, más allá de que, con el paso de los minutos, el elenco visitante sintió el esfuerzo y empezó a refugiarse cada vez más cerca de los dominios del arquero Marcos Díaz.

 

Con algunas apariciones del uruguayo Carlos Sánchez, River empezó a merodear el arco visitante, y por allí lo tuvo Mercado, y poco después Casco, pero en ambas incursiones el central Mancinelli apareció milagrosamente para despejar, y Javier Saviola, peleado con el arco rival desde su regreso a River, no pudo quebrar la sequía con un rematE alto desde inmejorable posición.

 

De todos modos, Huracán siempre estuvo más cerca del segundo, y en tiempo de descuento San Román escapó por la derecha y asistió a Abila, que tuvo su gran ocasión y ensayó un globo por encima de Barovero, pero su remate rebotó en el travesaño y alargó la vida de River, al que le costaría mucho más revertir dos goles arriba como visitante.

 

Huracán se llevó un triunfo magnífico y justificado del Monumental, pero sabe que el 1-0 no es una diferencia decisiva ante un rival del calibre del actual campeón de la Sudamericana, que tendrá tres semanas para recomponerse e ir en busca de dar vuelta esta llave argentina, cuyo primer capítulo estuvo muy lejos de los pronósticos favorables a River.