El Tour de Francia 2018 se presenta con sorpresas
Habrá una etapa de pavés en Roubaix el 15 de julio, el día en que se disputará la final del Mundial de fútbol en Rusia.
El Tour de Francia 2018, que comenzará el 7 de julio en Vendée, desvelará el martes en París su trazado y todas las dificultades de una edición que promete sorpresas.
Según todo indica, la carrera deberá pasar por Los Alpes antes que por Los Pirineos y además habrá una etapa de pavés en Roubaix el 15 de julio, el día en que se disputará la final del Mundial de fútbol en Rusia.
Por el momento las únicas etapas que se han desvelado en esta 105ª edición de la Grande Boucle son las tres primeras, con la gran salida en Vendée, la quinta en el último cuarto de siglo.
Tras el arranque y las llegadas a Fontenay-le-Comte y La Roche-sur-Yon, favorables a los velocistas, la contrarreloj por equipos de Cholet, de 35 kilómetros, es el primer momento importante de la prueba.
A continuación el pelotón se desplazará a la Bretaña, que no ha visitado en los últimos años, antes de subir al norte pasando por el oeste de París (Chartres).
El recorrido será muy diferente al de la última edición, cuando se impuso por cuarta vez el británico Chris Froome y se multiplicaron las etapas de montaña a lo largo de cinco macizos del Hexágono.
"Tendremos una primera parte reservada a los ciclistas potentes, a los velocistas y a los especialitas en clásicas, para pasar a la montaña, y también habrá sorpresas", señaló Thierry Gouvenou, director deportivo de la prueba.
Ls Pirineos secretos
"En los diez primeros días, tendremos el mismo esquema que en 2015. Los riesgos son casi los mismos", analizó, dejando a entender que luego llegará el momento de los escaladores, hasta el 29 de julio, día en el que la carrera finalizará en París, punto y final tradicional desde la creación de la prueba a principios del siglo XX.
El martes los ciclistas que acudirán a la gran sala del Palacio de Congresos de París conocerán de primera mano los puertos a superar.
Comenzando por la novedad que supone la meseta de Glieres, una subida inédita y muy dura, que finaliza con dos kilómetros de tierra y un alto ligado a la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial.
La prensa regional francesa ha publicado que habrá una llegada a la estación alpina de La Rosiere, por el serpenteo de Montvalezan, ruta que ya se probó en el Tour del Avenir.
Esta etapa sería en la víspera del Alpe d'Huez, de regreso tras dos años de paréntesis.
En Los Pirineos, tras una parada en Carcassonne, el programa es secreto, aunque en sus líneas principales habría una contrarreloj en el País Vasco, cerca de Saint-Pée-sur-Nivelle y Espelette.
Froome, Bardet y Barguil
Froome, a la conquista del quinto Tour que le sitúe a la altura de los cuatro campeones históricos de la carrera (Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain), seguirá de cerca el descubrimiento de las etapas.
Los franceses Romain Bardet y Warren Barguil, héroes locales el pasado julio, también acudirán a la presentación.
El español Alberto Contador, doble ganador de la prueba y retirado hace unas semanas, tendrá un punto de vista como observador en esta presentación después de mucho tiempo en el centro del escenario.
"Los organizadores intentan desorientar a los equipos porque la evolución del ciclismo ha provocado que las carreras sean muy cerradas", explicó Jean-François Pescheux, que precedió a Thierry Gouvenou como director deportivo.
Para sorprender a los actores del pelotón y a los espectadores, el director del Tour Christian Prudhomme rechaza cualquier tipo de rutina. "Sacudir los hábitos", es uno de sus lemas favoritos.