Así vivió David Beckham la derrota de Inglaterra durante una fiesta
El exfutbolista alojó una reunión con sus fans en Miami para ver la semifinal del Mundial.
El excapitan del seleccionado inglés David Beckham recibió a sus fans en Estados Unidos para ver la semifinal de Rusia-2018, en la que Inglaterra fue derrotada 2-1 por Croacia, que hizo historia al clasificarse a la final de un Mundial por primera vez.
Medio millar de personas acudieron a la fiesta de Beckham en un lugar de eventos al aire libre en el centro de Miami, ciudad en la que el astro inglés planea construir un estadio de fútbol.
De lentes oscuros, traje gris, camisa rosa y rodeado de guardias, Beckham entró al lugar minutos antes del partido, firmó una camiseta y pasó a la sala VIP sin interactuar con los fans.
Pero el ánimo del público se derrumbó cuando Croacia metió el segundo gol en el alargue y dejó a los 'Pross' fuera de la final.
"Debe sentirse bien raro ahora mismo en la fiesta de Beckham para ver el partido", escribió una usuaria de Twitter residenciada en Florida, @BiancaCarballo_, cuando Mario Mandzukic anotó el gol de la victoria.
Beckham no habló con la prensa tras la derrota de Inglaterra, que no ha disputado una final desde 1966, cuando salió campeona del mundo por única vez.
Pero la concurrencia "muestra cuántos fanáticos de fútbol hay en Miami", dijo a periodistas el alcalde de la ciudad, Francis Suárez. "Esto se organizó en 48 horas, es increíble, está desbordado".
Beckham visita la ciudad floridana para presentar el jueves ante los comisionados de Miami su proyecto de estadio cerca del aeropuerto, que será casa de una futura franquicia de la Major League Soccer.
El proyecto anterior, un estadio sin estacionamientos en un barrio deprimido en el centro de Miami, fue abandonado.
Los comisionados decidirán el mismo jueves si la aprobación sin licitación del nuevo plan se enviará a referendo en noviembre.
El exjugador del Manchester United y el Real Madrid, entre otros, anunció en enero el lanzamiento de un equipo de fútbol de la MLS en Miami, que se espera comience a jugar en 2020.