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'Betty, la fea': ¿Qué pasó con 'Ecomoda' en la vida real?

Las escenas de Ecomoda no se grabaron en el mismo lugar de hace 25 años. ¿Qué pasó? La historia es muy triste.

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Actualizado:
Viernes, Julio 26, 2024 - 12:30
Betty y la historia de Ecomoda
Betty y la historia de Ecomoda
Fotos: Prime Video / Google Maps

Estrenada el pasado 19 de julio, la serie 'Betty, la fea: la historia continúa' ha despertado sentimientos de nostalgia entre los seguidores de la producción original, emitida por primera vez hace 25 años, en octubre de 1999.

Los televidentes no han podido evitar las comparaciones, y una de las cosas que más han llamado la atención es el edificio donde se grabaron las escenas de Ecomoda, la empresa sobre la que gira la trama de 'Betty'.

La nueva 'Ecomoda' está ubicada en el barrio Bosque Calderón de la localidad de Chapinero (Bogotá), exactamente en la carrera 5 con calle 57.

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¿Qué pasó con 'Ecomoda' en la vida real?

La dirección exacta del edificio donde se grabaron las escenas de Ecomoda en la serie original de 'Betty, la fea' es carrera 62 # 14-41, en el barrio Centro Industrial, localidad de Puente Aranda.

Sin embargo, ya no queda nada que recuerde a la emblemática empresa de los Mendoza y los Valencia: en la actualidad, en ese mismo lugar, opera la Unidad de Urgencias de Sánitas, que se empezó a construir en 2016.

El edificio donde se grabaron las escenas de Ecomoda fue derribado entre 2014 y 2015, según los rastreos que se pueden hacer en Google Maps. Detrás de la decisión de demolerlo está la historia de una de las empresas más emblemáticas en la industria textil en Colombia. La historia de un emprendedor que, después de 40 años, no pudo competir con las confecciones baratas importadas desde China y se vio obligado a cerrar: Hernando Trujillo.

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La historia de Hernando Trujillo

Don Hernando Trujillo falleció a los 92 años de edad, en Medellín, el 18 de noviembre de 2013. Ocho meses antes, en marzo, la empresa por la que tanto luchó entró en liquidación voluntaria. Fue una decisión difícil: desde mediados de la década de los 2000, la compañía trató de competir con las prendas importadas que se vendían incluso por debajo del precio de producción de las que ofrecía Hernando Trujillo.

"Una empresa no se quiebra de la noche a la mañana. La situación no ha sido fácil para las empresas de moda en Colombia; nosotros no compramos en China, teníamos industria con colombianos y fue muy difícil competir", explicó, en su momento, un vocero de la empresa, como bien lo reseñó 'El Tiempo' entonces.

"Don Hernando siempre fue muy exigente con el nivel de confección y en los últimos dos años se buscaron opciones en China y se miraron opciones en México y Chile, pero tal vez fue muy tarde. No se hizo antes por darle gusto a don Hernando, porque para él era muy importante su traje y fue el respeto a ese ADN", añadió el vocero, que además era miembro de la familia Trujillo.

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En efecto, para don Hernando Trujillo, la calidad siempre fue prioridad. Lo tuvo muy claro en 1965, cuando, junto a su esposa, María Oliva Palacio, fundó la empresa.

Y esa garantía de calidad quedó más que reafirmada en 1976, año en que inauguró la famosa planta de producción del barrio Centro Industrial, donde se grababan las escenas de 'Betty'. Para ese momento, Diseños & Confecciones Hernando Trujillo era reconocida como un símbolo de elegancia y proveía vestidos a grandes almacenes del país, como la cadena Sears.

Pero todo cambió con la llegada del siglo XXI. "En 2007 las perdidas alcanzaron los $728 millones, en 2008 llegaron a $447 millones, en 2009 ascendieron a $866 millones, en 2010 se ubicaron en $1.102 millones y en 2011 registraron cifras de $941 millones", explican los investigadores Julio César Ardila y Marco Javier Sánchez en un estudio sobre la compañía.

Para Hernando Trujillo, competir con los productos importados se volvió una tarea casi imposible. Para confeccionar un traje formal de calidad media, la empresa se gastaba 150 dólares. El mismo vestido traído desde Australia costaba 90 dólares.

Sara Trujillo, hija de don Hernando, asumió la gerencia de la empresa y, en 2010, trató de contener la debacle con una estrategia de ventas por internet. Los esfuerzos fueron infructuosos. En solo tres años, el endeudamiento de Diseños y Confecciones Hernando Trujillo pasó del 50 al 80 %, de acuerdo con el estudio de Ardila y Sánchez.

Poco a poco, la compañía empezó a cerrar tiendas. A finales de 2010 tenía 18, y en 2013 solo le quedaban cinco en Bogotá y seis en Medellín.

Once años después de su cierre, el recuerdo de Hernando Trujillo se conserva en las escenas clásicas de Ecomoda que los colombianos recuerdan con nostalgia. Tal vez le hizo falta una Beatriz Pinzón Solano para salvarla.

Fuente:
Sistema Integrado Digital