Caifanes se rindió a Bogotá: "Eres grande e indomable"
La banda mexicana tuvo una doble presentación llena de magia, misticismo y mucho poder en la capital de la República.
La legendaria agrupación mexicana Caifanes salió al escenario del Movistar Arena, en Bogotá. Saúl Hernández y compañía hicieron vibrar a más de 26.000 fanáticos que abarrotaron el escenario multipropósito de la capital en dos oportunidades.
Sobre las 8:20 de la noche de este domingo, la canción elegida para encender el ambiente en Bogotá fue ‘Será por eso’, una muestra llena de intensidad con una letra profunda que abrió lo que fue una noche inolvidable.
De inmediato, Alfonso André, Sabo Romo, Diego Herrera y Hernández apelaron a los himnos para llevar a los asistentes al éxtasis. ‘Afuera’ fue la segunda canción de la noche y, junto a ‘Nubes', puso a saltar a los fanáticos.
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“Bogotá, el aplauso es para ti”
En su primera interacción con el público, Saúl reconoció a los bogotanos. “El aplauso es para ti y no para Caifanes; eres grande e indomable. Gracias por darnos este sueño tan hermoso que es estar contigo”.
El líder del grupo saludó a Telebit, teloneros en esta doble presentación, y destacó a todas las bandas colombianas. Hernández afirmó que la música de Colombia ha conquistado a todo el mundo.
Posteriormente, el vocalista se volvió a dirigir a sus fans: “A la vida no le tengas miedo, raza, tenle coraje; al amor no le tengas miedo". Esta fue la entrada para ‘Miedo’, del álbum llamado ‘El nervio del volcán’, otra joya que fue cantada por todos los capitalinos.
Acto seguido, llegó una de las mejores canciones de la noche. ‘Te estoy mirando’, de su primer álbum, brilló con su mezcla de sonidos, acompañada del bajo sólido de Sabo Romo y la batería de Alfonso André, que fue una invitación a dejar este plano junto a esa persona que roba los sueños: "Te estoy mirando, ya no hay materia... es un vicio, es un hábito (...) Te estoy mirando, ya no hay materia... es un vicio, es como un soplo al corazón".
Caifanes agradeció la generosidad de Colombia. “Nos han tratado muy bien, nos han mostrado mucho cariño y mucho amor. No tenemos palabras para agradecerles”.
Hernández contó que en su paso por Colombia el grupo recibió muchos regalos, entre esos un libro del autor colombiano Daniel Moreno López. El cantante aprovechó el escenario y se lanzó a leer un poema del escritor.
Este es el momento en que Saúl Hernández leyó el poema del escritor colombiano:
Saúl Hernández
Después de la declamación, ‘La vida no es eterna’ hizo que el Movistar Arena regresara a la música. Minutos después, ‘Viento’ llevó a que los asistentes volvieran saltar y cantar con todo su aliento una de las canciones más representativas de la agrupación mexicana.
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Activismo animal
El frontman de Caifanes hizo un llamado a tener conciencia sobre nuestro comportamiento con los animales. “No somos lo suficientemente evolucionados porque seguimos destruyendo la naturaleza y seguimos siendo unos salvajes contra unos seres que son iguales que nosotros y forman parte del mundo en que vivimos”.
Hernández agregó que “cuando entendamos que una hormiga es más importante que una ballena, vamos a evolucionar”, en medio de un “llamado de amor”.
El discurso dio paso a ‘Tortuga’, canción que hace parte de uno de los discos más exitosos de la banda, ‘El silencio’. ‘Piedra’ continuó con el espectáculo, en una noche que nunca bajó su intensidad.
‘Heridos’ llegó a Bogotá
La banda siguió con su diálogo constante con sus aficionados. Hernández anunció que, con “la intensión de entrar en un nuevo camino”, han sacado nuevas canciones.
Saúl presentó el último sencillo de la banda. “Esta es la primera canción después de muchos años; hace un ‘chingo’ de tiempo que no sacamos nada. Esta canción se pensó en ti, porque no importa el problema en que estés ni lo duro ni lo dolido ni lo herido que estés, tú corazón siempre va a ser más poderoso a cualquier otra cosa de la realidad”, agregó.
Esa fue la antesala de ‘Heridos’, canción que fue publicada en las plataformas digitales el pasado 8 de marzo y que sería el abrebocas de un próximo trabajo.
Minutos después, Caifanes reconoció el camino recorrido por Colombia para buscar la paz. En medio de un homenaje por las víctimas de la violencia en toda Latinoamérica, los mexicanos tocaron la siempre emotiva ‘Antes de que nos olviden’.
"Este no es un concierto es un ritual"
En medio de uno de los momentos más emocionales de la noche, ‘Cuéntame tu vida’ continuó con el misticismo del concierto y ‘Ayer me dijo un ave’ fue la siguiente en sonar.
Enmarcado en un mensaje de unidad, con las banderas de México y Colombia en la mano, Saúl dijo que lo que estaba viendo era increíble: “Es una gran ceremonia; este no es un concierto, es un ritual. Hay algo que los políticos no entienden y esto se llama unidad. La música es una herramienta de cambio, pero también es un puente que une naciones. En este mundo las fronteras no existen, ¡Colombia y México unidos siempre!”.
Andrea Echeverri, al escenario
Los mexicanos contaron cómo fue que comenzó su estrecha relación con Colombia. Hernández relató que Andrea Echeverri y Héctor Buitrago fueron quiénes los trajeron por primera vez al país. En ese momento llegó la sorpresa de la noche. La líder de Aterciopelados llegó a la tarima.
“Nosotros siempre nos hemos profesado fans de Caifanes”, dijo la cantante colombiana. En ese momento, ‘Mátenme porque me muero’ estalló poderosamente de la voz de Echeverri y los espectadores respondieron a la altura.
'Los dioses ocultos', 'Amanece', 'Aviéntame', 'Perdí mi ojo de venado' y 'Aquí no es así' marcaron un punto altísimo de la noche capitalina. La enorme cantidad de energía emitida por estas canciones no dejó descansar a los bogotanos. Una a una fueron cantadas, gritadas y disfrutadas por los asistentes que en ningún momento desentonaron.
El ritual se acercaba a su final, pero todo el público estaba como al comienzo de show. “Raza, has logrado que Caifanes sea un espectador… Tú eres el espectáculo más grande”, dijo Saúl Hernández a una fanaticada pletórica.
Ahí fue cuando llegó una de las canciones más representativas de la agrupación, ‘Nos vamos juntos’. Cuando la frase "Nos vamos juntos, haciendo viejos algunos sueños, toda la piel" retumbó en el Movistar, docenas de bogotanos empezaron a llorar.
En ese punto el encore era necesario; tomar un poco de aire era vital para lo que venía y, después de una breve pausa, Diego Herrera deslumbró con un impecable solo de saxofón que dio paso a la siempre melancólica ‘Quisiera ser alcohol’.
‘No dejes que’ tampoco podía faltar. El éxito del álbum ‘El Silencio’ fue el que más fuerte sonó. Miles de almas seguían saltando, vibrando y gritando tras casi tres horas de recital… Una muestra de la conexión colombo-mexicana que gestó la música.
A propósito del país azteca, la siguiente canción no podía ser otra. ‘La célula que explota’, 'rola' mexicana a más no poder, estuvo en el Movistar con todo el poder de su letra.
‘La negra Tomasa’ puso fin al ritual
Tras 23 canciones, cada una tan importante como la anterior, llegó el final del show. Tres horas se quedaron cortas para recorrer todo el legado musical de Caifanes.
El concierto terminó con uno de los mayores éxitos de su primer álbum. ‘La negra Tomasa’ fue la encargada de cerrar por lo alto el ritual que trajo de vuelta, después de siete años, a una de las bandas más grandes y más representativas de la cultura latinoamericana.