Juan David Agudelo, el 'loco' de los gatos
El actor de Café Con Aroma De Mujer combina las grabaciones con un emprendimiento para sus adorados de cuatro patas.
Esta historia de amor comenzó cuando Juan David Agudelo conoció a Miau, una gata que tenía junto a quien, en su momento, era su novia.
El noviazgo no continuó, pero la separación se convirtió en promesa: "me quedé con Miau y le prometí que nunca la iba a dejar sola y que íbamos a ser compañeros toda la vida”.
En el cumplimiento de esa promesa, el actor se dio cuenta de que, a pesar del amor, la convivencia en definitiva no era un asunto sencillo: “vivía en un apartamento muy pequeño, y ella no tenía en donde estar, por eso empecé a construir repisas”.
Y es que Juan David, además de participar en series como Café con Aroma de mujer, Enfermeras, La ley del Corazón, y tantas otras, estudió Diseño Industrial.
Una carrera que, asegura, le ha servido para palear los momentos en los que los contratos disminuyen.
“Soy diseñador industrial (…) empecé a estudiar los fines de semana, con Alfonso Ortiz, que en paz descanse, y dejé mi carrera de diseño por la de la actuación. Comencé a trabajar fuertemente varios años y cuando hubo una recesión en la actuación volví a retomar el diseño y fue cuando cree Gatificando”, recuerda.
Los gatos y el territorio
Hace seis años, cuando Juan David conoció a Diana Agudelo, quien hoy es su esposa, decidió dar rienda suelta a lo que hasta entonces era un hobby: diseñar, construir e instalar, espacios exclusivos para gatos con su empresa.
“Inició como hobby hace nueve años, pero como empresa tiene 6 años, desde que conocí a mi esposa. Gatificando no sería nada sin ella”, reconoce.
Un emprendimiento que –a diferencia de muchos otros que se vieron seriamente afectados por la pandemia– en tiempos de encierro cosechó éxitos ya que, según el actor y empresario, los gatos son animales muy territoriales, por lo que necesitan contar con espacios propios en donde pasar el tiempo y divertirse.
“Gracias a Dios nos fue muy bien, porque todo el mundo encerrado en sus casas comenzó a darse cuenta de que los gatos necesitan su propio territorio: los gatos empezaban a estar desesperados y a desesperar a los humanos, porque se hacían en el escritorio y en los teclados. Realmente tuvimos mucho trabajo”, dice.
Sin embargo, la relación del actor con los gatos no se limita a los cuatro que tiene en casa ni a su empresa, el amor le alcanza, incluso, para ser un puente de adopción para aquellos que no tienen hogar y para donar sus creaciones a varias fundaciones.
“Uno de los problemas que tienen las fundaciones y hogares de paso es que no tiene lugares en dónde meter a los gatos. Nosotros donamos todo lo que es mobiliario felino, hacemos: gateras, repisas y casitas, entonces en una habitación en la que podría haber 10 gatos apiñados en el piso, con los muebles que donamos, los gatos puedan estar repartidos en las alturas y conviven mucho mejor”, explica.
Juan David Agudelo y su loca pasión por los gatos