La adaptación masculina de 'Betty, la fea' que fue un fracaso rotundo: ¿qué salió mal?
¿Por qué el público no aceptó a Beto como su nuevo héroe romántico? Descubre los secretos detrás de este fallido experimento televisivo.
"Yo soy Betty, la fea" se ha consolidado como una de las series más icónicas tanto a nivel nacional como internacional, cautivando a audiencias de todas las edades y procedencias. El éxito de esta producción fue tal que generó múltiples adaptaciones alrededor del mundo. Sin embargo, una versión que pocos conocen cambió la fórmula original: en lugar de una protagonista femenina, el papel principal recayó en un hombre, rompiendo con los estereotipos tradicionales de la telenovela.
En 2013, la cadena ecuatoriana Ecuavisa presentó Veto al feo, una nueva adaptación de la famosa telenovela colombiana. Esta versión, que cambiaba el sexo de todos los personajes principales, incluido el protagonista, narraba la historia de Beto, interpretado por el actor ecuatoriano Efraín Ruales. A pesar de la apuesta por la innovación, la serie no logró el impacto esperado y terminó siendo uno de los mayores fracasos entre las múltiples adaptaciones de la obra de Fernando Gaitán.
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¿De qué trataba 'Veto al feo'?
La trama de Veto al feo seguía de cerca la estructura de Yo soy Betty, la fea, pero con el giro de presentar a un hombre como protagonista. Beto era un joven poco atractivo físicamente, pero muy inteligente, que comenzaba a trabajar en una agencia de publicidad llamada D' Maluly, el equivalente a Ecomoda en la versión original. A pesar de la expectativa generada, la serie no logró conectar con el público, en gran parte debido a su enfoque de parodia, que distorsionaba la esencia de la comedia romántica original.
Diferencias entre Yo soy Betty, la fea y Veto al feo
Una de las claves del éxito de Yo soy Betty, la fea fue el desarrollo natural de sus personajes, cuyo encanto y torpeza se complementaban con un entorno laboral en el que la moda y las relaciones empresariales jugaban un papel crucial. En Veto al feo, este aspecto se trasladó al mundo de la publicidad, un cambio que no resonó de la misma manera en el público. Además, la decisión de cambiar el género de todos los personajes generó confusión y no fue bien recibida.
Mientras que en la versión original, Beatriz Pinzón Solano se ganaba el corazón de los espectadores por su autenticidad y su evolución a lo largo de la trama, Beto no logró generar la misma empatía. Algunos críticos señalaron que, en lugar de ofrecer un nuevo protagonista entrañable, la interpretación de Ruales parecía una caricatura del personaje de Nicolás Mora, el mejor amigo de Betty en la versión colombiana.
¿Por qué Veto al feo fracasó?
Uno de los principales factores que contribuyeron al fracaso de Veto al feo fue su tono de sátira. Mientras que la obra original combinaba el humor con elementos dramáticos, esta adaptación optó por una burla exagerada, lo que desconcertó a los televidentes. Incluso la banda sonora y las escenas icónicas fueron replicadas de forma cómica, restando autenticidad a la producción.
En comparación con otras adaptaciones de la obra de Gaitán, como la exitosa versión estadounidense Ugly Betty o la mexicana La fea más bella, Veto al feo no logró encontrar el equilibrio entre humor y drama. El enfoque paródico fue percibido como forzado y alejado del tono que había cautivado a millones de seguidores de la historia original.
Tras solo nueve capítulos, la serie fue retirada del aire. Cada episodio duraba menos de 20 minutos, lo que dejaba poco espacio para desarrollar la trama o profundizar en los personajes. En lugar de crecer en popularidad, la serie pasó prácticamente desapercibida, y hoy en día pocos recuerdan esta adaptación ecuatoriana de la famosa telenovela.
Lo que dijo Natalia Ramírez sobre Veto al feo
La actriz colombiana Natalia Ramírez, conocida por su papel de Marcela Valencia en la versión original, comentó sobre Veto al feo en uno de sus videos en YouTube. Ramírez describió la producción como un intento fallido de replicar el éxito de Yo soy Betty, la fea. Señaló que, más que parecerse a la icónica telenovela, la versión ecuatoriana tenía un tono más similar a la comedia colombiana Pedro, el escamoso, alejándose de la esencia que hizo popular a la historia de Betty.
La obra de Fernando Gaitán sigue siendo una de las producciones más adaptadas en todo el mundo, con más de 20 versiones internacionales, algunas más exitosas que otras. Sin embargo, pocas lograron replicar el fenómeno que fue la versión original, que continúa siendo la telenovela más traducida de la historia.
Aunque adaptaciones como la turca, la checa o la tailandesa enfrentaron desafíos similares y no tuvieron gran éxito, ninguna fue tan breve como Veto al feo. Esta versión ecuatoriana se convirtió en la más corta de todas, demostrando que no todas las adaptaciones de historias exitosas logran el impacto esperado.