MasterChef: La conmovedora historia de Paola Rey: "No teníamos para comer salmón"

Hoy, los concursantes tenían que preparar sopa y seco. Además, tuvieron la despensa abierta y 60 minutos para impresionar a los jueces.

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Caterine Ibargüen decidió llevar un plato del Urabá Antioqueño a MasterChef para que Adria, la chef mexicana, pudiera probar las raíces colombianas.

Finalizó el tiempo para el reto, y Cony estaba angustiada porque se le había quedado el chicharrón en el horno.

La primera persona en pasar fue Vicky, quien aseguró: “Lo que más me gusta de MasterChef es que he podido plasmar mi esencia sin cambiar lo que soy”. Además, De Zubiría destacó que la crema de champiñones que preparó estaba muy rica.

Franko tuvo que pasar al frente, pero Nicolás comentó que le faltaba sal a su plato. La receta de Cony estaba aceptable, pero le faltaron algunos detalles para que fuera excelente. Camelo no pudo contener las lágrimas mientras contaba la historia detrás de su plato. Rausch criticó su preparación porque la sopa y el seco eran prácticamente iguales.

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Ibargüen recibió comentarios muy positivos. La preparación de Marcela fue excelente; Adria destacó el emplatado y la sazón. El plato estaba tan bien logrado que hasta Rausch le dio cachete.

Martina pasó al atril y no pudo contener el llanto al hablar de su mamá. Los comentarios sobre su preparación indicaron que estaba demasiado salada según Nicolás, aunque Adria opinó que estaba bien.

Paola Rey también tuvo que pasar y su historia conmovió mucho, pues aseguró que cuando era pequeña, no tenían para comer salmón, así que cuando las cosas se fueron dando, su mamá siempre les celebra con esta proteína.

La persona que se llevó el delantal negro fue Roberto, pues no presentó sopa y seco.