¿Por qué Tatán Mejía ya no hace piruetas peligrosas en motocross?: Esto dijo

Mejía reflexionó sobre las experiencias traumáticas que ha vivido. Contó que fue testigo de la muerte de cuatro amigos y de un competidor que sufrió una contusión cerebral grave de la que no se pudo recuperar. El día en que grabó el podcast, se enteró de que un amigo suyo había quedado cuadripléjico. Recordó una frase de su cuñado que ha quedado grabada en su mente: “El que no huye del peligro, perece en él”.

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Con esta reflexión, Mejía llegó a la conclusión de que, a sus 40 años, no quiere seguir arriesgando su vida saltando a 25 metros de altura. Se dio cuenta de que tiene dos hijas que están siguiendo sus pasos y que dependen de él. Además, mencionó que ha sufrido catorce fracturas a lo largo de su carrera, incluyendo una perforación en el intestino delgado.

 

 

 

 

 

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En la misma entrevista, Mejía habló sobre los problemas en su relación con Maleja Restrepo, en gran parte relacionados con el consumo de alcohol por parte de ella. Recordó que le decía: “Mi amor, el alcohol no te hace bien y podría afectar nuestra relación. Nos llevamos bien y la pasamos bien, pero hay algo que no es sano para ti, para mí, ni para nuestras hijas.” Esto ocurrió hace aproximadamente cuatro o cinco años, cuando ya tenían a sus dos hijas.

Mejía explicó que Restrepo tomó muy en serio sus palabras y decidió buscar ayuda. Comentó que asisten a terapia de pareja al menos una vez cada seis meses o cuando se presenta una situación que requiere intervención. “Las relaciones son como negocios, y a veces ella me dice: ‘mi amor, por aquí se nos puede complicar’,” dijo.

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También subrayó la importancia de buscar ayuda profesional real. “El psicólogo no es mi mamá, no es un amigo, tiene que ser un profesional. Esta vaina funciona; buscar ayuda profesional es beneficioso tanto para cada persona como para la pareja,” afirmó Mejía.

Finalmente, Mejía relató cómo conoció a Restrepo en un reality show. Un psicólogo los analizó y pensó que se llevarían muy bien, por lo que decidió emparejarlos. “Él nos escogió y nos puso juntos, hizo bien su trabajo. Somos un experimento,” concluyó Mejía. 

Y aprovechó también para decir que: “Ser hombre es una mi*** porque te criaron toda la vida con que el hombre que llora le gustan los hombres y vos no querés que la gente piense eso, hay mucha carga sobre el hombre varón masculino de pelo en pecho. Entonces si no eres proveedor no servís para nada, hay una carga de ser perfectamente hombre”.