Rafael Correa, de regreso a Ecuador para desafiar a Lenín Moreno
El expresidente dijo que por traición es necesario expulsar al actual mandatario del movimiento Alianza País.
El expresidente Rafael Correa llegará a Ecuador en la noche del viernes, en momentos de gran confrontación política con su sucesor, Lenín Moreno, que podría desembocar en la partición del partido de izquierdas Alianza País (AP), que gobierna desde 2007.
Poco después de dejar el poder en mayo pasado, Correa se trasladó a vivir a Bélgica, país de origen de su esposa, pero no se alejó de la política nacional y comenzó un pulso con su correligionario y sucesor al que cuestionó su decisión de abrirse al diálogo con todos los sectores, incluida la oposición.
A través de su cuenta de Twitter, las críticas de Correa contra Moreno -a quien aupó durante la campaña electoral- se incrementaron cuando el gobernante aseguró que su predecesor tenía "síndrome de abstinencia" de poder y había heredado una "crítica" situación económica.
Esa última aseveración contrastaba con la afirmación de Correa de que dejaba la "mesa servida" a Moreno quien, en contrapartida e irónicamente respondía que se trata de una mesa servida de deudas.
La confrontación bilateral terminó por fracturar al movimiento gubernamental AP, del que Correa es uno de sus fundadores con su proyecto bandera llamado "Revolución Ciudadana", cuyos principios, según Moreno, se mantienen en la actual administración.
Pero el ala correísta de la formación que integra más de una veintena de legisladores, sostiene que Moreno ha dado un giro a la derecha y se ha acercado más a los grupos económicos alejándose de las bases de la sociedad, extremo negado por el jefe de Estado.
Pese a que integrantes del partido gubernamental habían negado durante meses la división en el seno de AP, las dudas se despejaron cuando el pasado 31 de octubre, el ala díscola leal a Correa cesó a Moreno como su dirigente y designó en sustitución al excanciller Ricardo Patiño.
Aunque un tribunal anuló la medida y el Consejo Nacional Electoral ha confirmado que en sus registros, que quien ejerce como titular de AP es Moreno, la fractura quedó patente en un movimiento en el que las diferencias son tan grandes que Patiño llegó a escribir en Twitter que el presidente "haría bien si se dedica a gobernar e intentar llegarle aunque sea a los talones de la gestión" a Correa.
En medio del disenso político, allegados a Correa han criticado el hecho de que Moreno haya convocado para este jueves en Guayaquil a una reunión extraordinaria de la Dirección Nacional de AP.
Al respecto, un exalto cargo de Correa, Fernando Alvarado, refería en la red social que "este 24 de noviembre son seis meses de desgobierno. Lenín en lugar de preocuparse de cumplir Plan de Gobierno, trata de ilegalmente hacer una convención paralela de AP para apoderarse del movimiento".
Tildó además de "caos, división y mediocridad" la gestión de Moreno.
Correa viaja al país para participar en una Convención Nacional del movimiento, convocada la semana pasad por sus seguidores para el próximo 3 de diciembre en la ciudad costera de Esmeraldas.
En esa cita, sobre la que Moreno no ha confirmado su asistencia ni se ha pronunciado, los correístas pretenden definir "el lineamiento político de esta nueva etapa de Revolución Ciudadana, el plan programático y las autoridades que guiarán este accionar".
Desde Bruselas, Correa dijo que con su regreso a Ecuador busca apoyar una "depuración" en las filas de su formación ante la "traición" del actual mandatario, sin descartar volver a la política.
"Frente a esta traición es necesario cambiar y de hecho expulsarlo del movimiento y ratificar a Ricardo Patiño en la presidencia. Para eso hemos organizado la séptima convención, y para darle impulso mis compañeros me pidieron regresar", dijo Correa en una entrevista con Efe en la capital belga.
Y añadió que "lo mejor es una depuración de Alianza País, una catarsis, que estemos menos pero que seamos más".