Soltó la corona y agarró la biblia: La ExMiss Universo ahora es pastora de iglesia
La mujer que ganó Miss Universo en 2008 dejó atrás las pasarelas y se dedica a predicar.
La exMiss Universo, Dayana Mendoza, ganadora del codiciado título en 2008, ha dado un giro inesperado en su vida al abandonar su carrera en la industria de la belleza para dedicarse por completo a la predicación en una iglesia cristiana en Nueva York, Estados Unidos. La noticia, ha generado diversas reacciones en las redes sociales.
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¿Una nueva oportunidad o fanatismo religioso?
En videos compartidos en su cuenta de Instagram, Mendoza se muestra predicando con fervor sobre su fe y compartiendo mensajes religiosos, enfocándose en la importancia de soltar lo que no complace para tener una vida plena. Esta nueva faceta ha dividido opiniones, algunos elogiando su dedicación a la palabra de Dios, mientras otros cuestionan si ha caído en el fanatismo.
¿Qué hizo que Dayana Mendoza se volviese tan religiosa?
La transformación es notoria desde el 2020, cuando la exMiss Venezuela anunció públicamente su decisión de dejar la industria de la belleza para dedicarse a servir a Dios. Su matrimonio había fracasado, su carrera como modelo no la llenaba y sentía que su vida carecía de sentido. Después de arrodillarse y pedir a Dios que tomara el control, aseguró haber sentido la guía divina que la llevó por el camino correcto.
¿Qué hace la exMiss Universo, Dayana Mendoza?
Dayana Mendoza comparte activamente la palabra de Dios en sus redes sociales, se ha bautizado en una ceremonia cristiana y es miembro activo de una iglesia cristiana en Estados Unidos. Además de sus prédicas en la iglesia, crea contenido para redes sociales sobre su testimonio, llegando a tener un canal en YouTube con más de quince mil seguidores.
¿Dayana Mendoza ya no es modelo?
Su historia ha captado la atención, ya que pasa de ser una de las mujeres más bellas del mundo, representante de Venezuela y ganadora del Miss Universo, a dedicarse por completo a su fe cristiana. La exmodelo venezolana comparte sus experiencias diarias, guiadas por la fe, y ha dejado atrás la fama en el mundo de la belleza para enfocarse en su transformación espiritual.