Storyland, el evento que se dejó cautivar por la magia de Santa Marta
El festival de música electrónica también sirve de pretexto para armar todo un plan de vacaciones de inicio de año.
La playa es la mejor cómplice para una historia de música, baile y amigos. Sin embargo, la tierra samaria tiene algo más que atrapa de forma mágica, porque enamora con su arena blanca y fina contrastada con las montañas, cautiva con todo un ecosistema lleno de diversidad y además deleita con sus irresistibles delicias gastronómicas. Santa Marta encanta con su clima tropical y 'sabrosura'.
Esto es precisamente lo que hizo que Storyland Music Festival, el evento de música electrónica más importante de Latinoamérica, decidiera establecerse en esta ciudad. Cerca de 30 mil asistentes se congregan año tras año en cada edición del festival buscando vivir toda una experiencia electrónica a la orilla del mar, y se deleitan durante dos días con los mejores beats sobre la arena.
No obstante, para sus organizadores es de gran importancia brindar a sus asistentes la posibilidad de complementar todo un plan de vacaciones de inicio de año, contando con un destino que cumpla con este objetivo y ofrezca atractivos para todos los gustos.
Las selvas y playas de La Perla de América dejan sin aliento a miles de visitantes. Son más de tres kilómetros de costa, donde se pueden encontrar desde las más tranquilas que inspiran total desconexión, hasta aquellas de dominantes e imponentes olas. Arenas blancas y hermosos arrecifes carolinos ideales para hacer snorkelling y buceo, aguas cristalinas y tranquilas y el majestuoso verde de las montañas, hacen que la visita sea toda una experiencia paradisiaca.
A pocos kilómetros de la bella ciudad de Santa Marta se encuentra el Parque Nacional Natural Tayrona, un santuario de naturaleza que invita al encuentro consigo mismo. Son más de 12 mil hectáreas para disfrutar al máximo, acompañado de manglares, praderas de algas, corales y encantadores bosques secos y húmedos que hacen de este todo un ecosistema perfecto para el avistamiento de flora y fauna.
Ni hablar de la Sierra Nevada, el sistema montañoso costero más alto del mundo, el cual reúne todos los pisos térmicos que existen, con temperaturas desde los 30 °C hasta los 0°C. El encanto y maravilla de la Sierra la hicieron merecedora del reconocimiento de la Unesco, que la declaró Reserva de la Biósfera y Patrimonio de la Humanidad. Allí se esconde también toda la magia de la Ciudad Perdida.
En temas de gastronomía, la ciudad va más allá del deleite de pescados y carnes rojas, existe una gran variedad de salsas y combinaciones con frutos del mar que día a día alimentan la oferta con el sello único que le da el caribe colombiano. Y qué decir de las noches de fiesta donde el ritmo y el sabor se sienten en el ambiente y son cómplices durante las veladas de baile al aire libre.
Según Cotelco, el destino colombiano que reportó mayor frecuencia de visitantes durante el puente de reyes el presente año fue Santa Marta, con un 98% de ocupación, cifra en la que contribuyó en gran medida la realización de Storyland Music Festival, que para su sexta edición se dejó cautivar por la magia de Santa Marta y la tomó como su sede oficial, llevando consigo a los más de 30 mil fieles asistentes que año tras año se congregan para disfrutar de ésta, la fiesta electrónica con mayor importancia de Latinoamérica.
Es por esto que tanto la samaria como el festival se están preparando con antelación para la edición 2019, para así poder brindar una gran experiencia a todos aquellos que llegan en busca de las mejores vacaciones, tanto en términos de fiesta y mezclas electrónicas, como de visita turística.
Storyland ha hecho de Santa Marta un epicentro musical en Latinoamérica y ha logrado que se robe todas las miradas de la movida electrónica a nivel internacional. Para experimentar la ciudad y vibrar al ritmo de los mejores beats, hay que agendarse en estas vacaciones de fin e inicio de año para disfrutar del Storyland Music Festival y ser parte de la magia que brinda Santa Marta, la Perla de América.