Warner Comunications Inc perdió demanda para tumbar la marca Picolín por parecido con Piolín
Warner Comunications Inc decía que la marca Picolín estaba violando sus derechos de autor sobre su personaje animado.
Warner Comunications Inc perdió una demanda que presentó ante el Consejo de Estado con la cual pretendía que se tumbara el registro de la marca Picolín para productos de papelería y materias plásticas.
El registro de la marca Picolín fue otorgado por la Superintendencia de Industria y Comercio, pero la empresa internacional decía que ese producto podría confundir al consumidor con el personaje de su marca Piolín.
Warner Comunications Inc decía que la marca Picolín estaba violando sus derechos de autor sobre su personaje animado.
Sin embargo, al estudiar el caso, el Consejo de Estado concluyó que no existían semejanzas entre el nombre de la marca y el personaje animado.
“La Sala no encontró similitud fonética u ortográfica de Picolín con Twetty y Looney Tunes. Además, la notoriedad de las marcas registradas a nombre de la Warner, tampoco origina riesgo de que el titular de la marca PICOLIN pueda aprovecharse de su prestigio”, se lee en la decisión.
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El Consejo de Estado concluyó que las supuestas semejanzas debían “ser examinadas a partir del elemento denominativo de estas marcas, es decir sus nombres, y no desde su configuración gráfica”.
Además de eso, el Consejo de Estado dijo que los certificados de traspaso de los derechos de autor sobre las obras de Time Warner Entertainment Company Inc. a Warner Comunications Inc. no eran suficientes para probar su originalidad o propiedad.
Lo anterior porque el Consejo de Estado comprobó que Warner Comunications Inc “no figura como la actual propietaria de los títulos inscritos ante la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos”.
“Tampoco hubo prueba que demostrara la cualidad particular de los títulos (Tweety y Looney Tunes) que los haga acreedores al reconocimiento de derechos de autor sobre sus homónimos”, se lee en la decisión.
Por esas razones, el Consejo de Estado determinó como legal y dejo en firme la decisión de la Superintendencia que otorgó el registro de la marca Picolín.