Operación Orión: La guerra contra el pueblo, según el ELN
Para el ELN, el gobierno Uribe llevó a cabo el operativo bajo una alianza en la que se le permitió al paramilitarismo tomar el control.
El operativo militar en la Comuna 13 de Medellín, ordenado bajo el gobierno de Álvaro Uribe y denominado Operación Orión, buscaba acabar con el poder y control que las guerrillas tenían en este territorio, donde el vandalismo y la delincuencia se convirtieron en el día a día de la población.
La acción de la fuerza pública, desarrollada el 16 y 17 de octubre de 2002 en esta zona del occidente de la ciudad antioqueña, llevó a que la problemática de esta Comuna fuera evidenciada por diferentes actores, en general por los colombianos, ante quienes el Gobierno de ese entonces expuso resultados de los operativos, en medio de la recuperación de este territorio.
Sin embargo, el júbilo no fue completo por los resultados en la Operación Orión, los cuales se vieron opacados al salir a la luz pública la versión de los demás actores involucrados en este conflicto, entre los que se encuentra la de la población civil que resultó víctima de atropellos.
La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) era uno de los objetivos de este operativo, pues el Gobierno tenía mentalizado desarticularla y quitarle el mando y control de las comunas de Medellín pero, en la búsqueda de estos resultados, el accionar de las fuerzas militares fue más allá y el Estado pasó de ser héroe -por la recuperación de una zona bajo la sombra de la delincuencia- a ser investigado y cuestionado por irregularidades y excesos en el manejo de la Operación.
Entre las versiones sobre lo sucedido antes, durante y después de Orión se encuentra la de la guerrilla del ELN que ha expresado, a través de diferentes medios, su visión de los hechos en los que señala al gobierno de la época de cometer actos brutales contra la población y, además, tener objetivos distintos a los expresados frente a ese operativo, como “dejar la zona libre para que posteriormente sea tomada por paramilitares”.
Tras cumplirse 16 años esta operación, el ELN señala que aún son decenas las familias y víctimas que esperan justicia y respuesta en las investigaciones que se adelantan. Según este grupo, han sido “muy pocos los resultados” pese a los crímenes cometidos en lo que catalogan como “una de las más brutales arremetidas contra pobladores humildes”.
En su página web Voces del ELN, esta guerrilla cuenta que Medellín, desde los años 80, vivía bajo el poder de la delincuencia que se desplegaba en sicariato y narcotráfico, tomando el control de las zonas, imponiendo su ley y poder. Por lo que a principios de los 90 se consolidaron las milicias populares para combatir esta situación.
Estas milicias, bajo el argumento de defender y proteger tanto los intereses comunitarios como a la población, lograron tomar el control que tenían las bandas delincuenciales en la zona. Mientras tanto, grupos paramilitares comenzaron una arremetida en la ciudad hasta lograr penetrar en diferentes comunas, incluyendo la 13, donde su mayor obstáculo eran las milicias que allí permanecían.
Para el ELN, la forma en que estos grupos paramilitares atacaron a las guerrillas de la Comuna fue con la Operación Orión, la cual catalogan como una “guerra contra el pueblo” al describir que a lo largo del operativo se cometió por parte del Estado y las fuerzas militares una serie de irregularidades en una intervención que incluyó “toda serie de delitos y excesos contra los habitantes”, partiendo de la retención de la población, negando el ingreso a defensores de Derechos Humanos y la censura a los medios de comunicación.
Posterior a esto se presentó la incursión de uniformados del Ejército, Policía, DAS y CTI. De igual forma miembros de Fiscalía, Personería y Procuraduría. Esta guerrilla describe además la presencia de hombres y mujeres a quienes cataloga como informantes que iban con traje camuflado y los rostros cubiertos (encapuchados).
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) reconoce que, aunque hubo oportunidad de huir, sus milicias, más las de las entonces Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y los Comandos Armado del Pueblo (CAP), se enfrentaron a las fuerzas armadas combatiendo “hasta el final” mientras, aseguran, la población era víctima de un “descomunal ataque” por tierra y aire.
Frente a estos hechos la guerrilla del ELN asegura que se trató de una clara alianza entre paramilitarismo y Estado. Insiste en que pese a la presencia de esta organización paramilitar en la Comuna 13, no hubo bajas que involucraran a hombres de esta estructura, mientras que, por el contrario, entre heridos, capturados y desaparecidos hay población civil y guerrilleros.
Pese a los años que han pasado tras la Operación Orión y los resultados en materia jurídica, el ELN aún cuestiona el objetivo de este operativo en el que se señalaron como guerrilleros a líderes sociales y defensores de Derechos Humanos. Además de ser una operación que, según esta guerrilla, permitió que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) “prepararan el terreno” para que meses después el paramilitarismo se apoderara del control de la Comuna 13 de Medellín, donde se registraron cientos de detenciones, de heridos, decenas de muertos y donde aún es un misterio la suerte de decenas de desaparecidos.
Por Lilina Pinzón Garzón