¿Cómo hidratarse adecuadamente antes, durante y después de una carrera de 10 km?

Correr se vuelve un verdadero privilegio para todo aquel que se dedica al running. Sin embargo, se necesita una buena preparación antes de competir en cualquier carrera, y un factor que es fundamental para que esta sea todo un éxito es contar con una buena hidratación. 

Bien se dice cotidianamente que el cuerpo suda cada vez que una persona realiza alguna actividad física, pero más allá de eso está perdiendo varios electrolitos y sales minerales que solamente puede recuperar si cuenta con un buen hidratante. 

Es evidente que este proceso se realiza con mayor frecuencia durante la carrera, pues es allí donde el cuerpo tiende a perder más energía de la habitual. Sin embargo, esto también nos ayuda a mantener una buena salud cardiovascular y a refrigerar nuestro sistema.

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Ahora bien, la hidratación no solamente se debe llevar a cabo cuando corremos, sino que esta también se debe hacer antes y después de cada carrera. Por lo tanto, es importante tener en cuenta estas recomendaciones en cada uno de los momentos.

Antes de la carrera

En el caso de quienes van a correr diez kilómetros, se recomienda beber una buena cantidad de agua un día antes de la competencia para que la orina sea transparente. Asimismo, se pueden consumir entre 400 y 600 mililitros de líquido por lo menos tres horas antes de tomar la partida.

Durante la carrera

Si una persona solamente correrá diez kilómetros, lo mejor es beber entre 150 y 250 mililitros cada media hora. Igualmente, el líquido debe tener una temperatura que va de 10 a 15 grados para garantizar que nuestro cuerpo esté debidamente refrigerado.

En ese orden de ideas, la hidratación se debería llevar a cabo a mitad de la carrera, es decir, a la altura del kilómetro 5. De allí en adelante, se recomienda no ingerir más líquidos hasta llegar a la línea de meta.

Después de la carrera

La hidratación al término de la carrera debe ir enfocada a recuperar los electrolitos que se han perdido a lo largo del recorrido. Para ello, existen muchas bebidas que se encargan de cumplir esta función. Sin embargo, hay ciertas recomendaciones para que este proceso sea efectivo.

• Hidratarse una vez haya finalizado la actividad física.
• Consumir pequeños tragos en lugar de una cantidad mucho más grande.
• Evitar las bebidas frías.
• Acompañar las bebidas isotónicas y no depender solamente del agua.

Asimismo, se debe hacer un buen estiramiento para que los músculos puedan recuperarse de manera más efecitva y no sientan la carga de la actividad física.

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¿Qué sucede si no se realiza una buena hidratación?

Cerca de un 70 por ciento del cuerpo humano está compuesto por agua, por lo que una hidratación constante es importante para tener una buena cantidad de líquido en nuestro organismo. De lo contrario, se pueden presentar efectos negativos como:

• Aumento de la frecuencia cardíaca
• Alteración de las reacciones bioquímicas
• El cuerpo es más propenso a sufrir lesiones
• Se corre el riesgo de sufrir dolores de cabeza.

Por otra parte, algunos de los síntomas que manifiesta el cuerpo en casos de deshidratación son cansancio, calambres, vómitos, fatiga, taquicardia u orina oscura.