¿Cómo romper un mal hábito? Harvard da algunas recomendaciones
Expertos de esta Universidad sugieren un paso a paso para que el cambio sea fructífero para cada persona.
Levantarse un día y pensar en que quiere cambiar un mal hábito es el pensamiento de muchos a la hora de comenzar un nuevo ciclo en la vida. En muchas ocasiones esta determinación se toma a principio de año o al finalizarlo, diciendo que 'este año sí hago ejercicio o me acuesto más temprano', pero a la final no se realiza.
Por eso, la Universidad de Harvard se ha tomado la tarea de buscar la mejor manera de hacer ese cambio sin que sea abrupto o se deje a medias.
Y es que todo el mundo tiene hábitos que quiere cambiar por ello cada noche piensa en cómo hacerlo, pero a la mañana siguiente ese ímpetu se pierde.
Según los expertos, este ciclo es comprensible porque el cambio no se da de la noche a la mañana, ni de un día para otro. Pero para ello, se necesita una intención clara, empeño e implementar algunas técnicas que ayuden a modificar el comportamiento.
¿Qué lo motiva a cambiar de hábitos?
En principio hay que definir que los hábitos son rutinas que pueden o no, beneficiar la vida de las personas. Según Stephanie Collier, directora de educación en la división de psicología geriátrica del Hospital McLean e instructora de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, "el cerebro no tiene que pensar demasiado", de allí que estas actividades se realicen de manera automática.
¿Qué pasa cuándo se quiere cambiar un mal hábito?
En el momento en el que una persona quiere hacer un cambio brusco en sus hábitos, el sistema límbico del cerebro activa una respuesta que reacciona contra esa ‘amenaza’ y trata de volver a los comportamientos anteriores, pese a saber que no es bueno para la salud.
Los malos hábitos son ligeramente diferentes, pero cuando tratamos de romper con uno malo creamos disonancia, y al cerebro no le gusta eso, comenta Luana Marques, profesora asociada de psicología en la Escuela de Medicina de Harvard.
Identifique su motivación
Muchas veces la motivación por la cual se quiere cambiar un hábito limita o no el poder cumplirlo. Al identificar un por qué, las personas pueden recurrir a esa intención para luchar, por eso es importante que sea muy personal y de gran valor para usted.
Luego de identificarlo, evalúe cuáles son los factores –tanto internos, como externos – que lo incitan a realizar este mal hábito.
“Cuando el impulso del mal hábito te golpee, pregunta cuándo, dónde y con quién sucede, y cómo te sientes, ya sea triste, solo, deprimido, nervioso”, dice Collier.
Modificar el comportamiento
A veces los malos hábitos son tan simples como comerse un postre luego del almuerzo y la solución sería cambiar el entorno, sin embargo, no siempre se puede hacer, por eso es necesario encontrar un reemplazo pequeño.
“No tienes que apuntar a la perfección, sino solo un poco más saludable", dice Collier.
El todo o nada, una mentalidad que debe evitar
Otro de los factores que hacen fallar en esos intentos es buscar un cambio extremo o el también llamado ‘todo o nada’, una mentalidad que puede perjudicar la cotidianidad de las personas y generan agotamiento de manera rápida, menciona Marques.
Lo que recomienda la especialista es realizar cambios en pasos pequeños, esto significa que quieres cambiar un hábito como acostarte más temprano, reduzca el tiempo de lo más tarde a lo más temprano en intervalos de 20 minutos, así podrá llegar a su meta sin complicaciones.
El éxito no es una línea recta
Sí, se sabe que los cambios siempre tendrán problemas en el camino y que estos pueden afectar su autoestima, sin embargo, para los expertos, ser su propio crítico puede ser perjudicial.
“Intente adoptar una perspectiva en tercera persona y piense en cómo reaccionaría ante un amigo que le dijera que comer una bolsa de papas fritas había arruinado toda su dieta”, concluye Marques.