¿Por qué los huevos no se pueden almacenar en la puerta de la nevera? Se lo contamos

Los huevos, es ese alimento imprescindible en la dieta de muchos, son un tesoro nutritivo, repleto de proteínas, vitaminas y minerales, que despiertan el ingenio en la cocina con un sinfín de recetas deliciosas. Sin embargo, su fragilidad los convierte en delicados. Un mal manejo o almacenamiento puede arruinarlos.

La presencia de bacterias como la Salmonella puede transformarlos en portadores de enfermedades. Por ello, la clave para mantenerlos seguros radica en la correcta refrigeración. 

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¿Cuál es la manera correcta de almacenar los huevos?

Resulta que la puerta, ese lugar tan práctico, es también el más expuesto a los cambios de temperatura cada vez que abrimos y cerramos la nevera. Esta fluctuación constante puede afectar la integridad de los huevos de diversas maneras:

1. Primero, deshidrata las yemas, transformándolas en un estado seco y duro. La porosidad de la cáscara permite que el aire entre y salga, alterando la humedad dentro del huevo con cada variación térmica.
2. Segundo, esta fluctuación favorece el crecimiento bacteriano. La condensación que se forma en la cáscara del huevo crea un ambiente propicio para bacterias como la Salmonella.
3. Tercero, los huevos son sensibles a los olores. Al guardarlos en la puerta, corren el riesgo de absorber aromas indeseados de otros alimentos, alterando su sabor.