Siete hábitos saludables para cuidar el cabello
Estos son algunos consejos para tener un cabello más sano.
Después de vacaciones el cabello suele quedar más afectado por el cambio del clima, la polución y otros factores que normalmente alteran la estructura del cabello.
Además, el estrés, el tipo de alimentación, el cigarrillo, el sol y los tratamientos capilares como tintes, permanentes y alisados debilitan el cabello. Esto hace que se generen problemas de sequedad, grasa, falta de brillo y caída excesiva.
“Actualmente el cuidado del pelo se ha convertido en un motivo de consulta frecuente. En nuestra cultura el elemento más preocupante ante cualquier anomalía del pelo es mayoritariamente estético y los hábitos de vida tienen una repercusión directa en la salud capilar, estos van a dividirse en dos grupos: hábitos generales y cuidados específicos del pelo”, aseguró Juliana Sánchez, directora médica de Mediarte.
Siete hábitos saludables para cuidar el cabello
1. Identificar el tipo de lavado: va a depender de las características particulares del cuero cabelludo de cada persona, ya que existen diferencias estructurales significativas del pelo entre distintas razas que definirán las pautas en el cuidado de este. En términos generales los cabellos lacios se pueden lavar diariamente, los ondulados cada 2 días y los rizados – afro dos veces por semana.
En cuanto al secado es recomendable no frotar el pelo, secarlo al aire libre, usar toalla de microfibra para no romper hebras capilares y disminuir el frizz. La elección del champú varía dependiendo de la producción de sebo del cuero cabelludo, sin embargo, en la mayoría de los casos se recomendará uno libre de sales y parabenos.
2. Evite el calor extremo: se recomienda no usar fuentes de calor a altas temperaturas ya que el uso constante y/o prolongado genera debilitamiento de la cutícula, daña las fibras de queratina haciendo que el pelo se vuelva frágil, áspero, con puntas abiertas y quebradizo.
3. Actividad física: el deporte contribuye a la buena salud del pelo de tres formas esenciales, reduciendo la cantidad de cortisol (hormona del estrés) en sangre, manteniendo inalterados los proteglicanos, determinantes para el ciclo del crecimiento adecuado del cabello.
4. Alimentación adecuada: para cualquier proceso fisiológico la dieta es esencial, y para la salud capilar no es la excepción, el folículo piloso requiere una cantidad variada de minerales, proteínas y vitaminas que cumplirán un papel vital en el buen desarrollo y crecimiento del tallo piloso.
Dentro de los micronutrientes necesarios los más comunes son: vitamina A, del grupo B, C, E, D, Zinc, Magnesio, Azufre, Cobre, Hierro, Selenio, ácido fólico. Estos se obtendrán de una dieta balanceada, es decir de un menú semanal que aporte todas las fuentes de nutrientes necesarios.
5. No fumar: el tabaco genera cambios nocivos en el pelo tales como la pérdida de vitalidad, fragilidad y daño en la cutícula. Estos cambios se deben a la afección que existe en la microcirculación del folículo piloso que producen las micropartículas tóxicas contenidas en el humo, ya sea por aspiración o de forma pasiva.
6. Duerma bien: un patrón de sueño regular con un promedio de 7-8 horas de descanso ayudarán a reducir el estrés químico y con esto la activación a respuesta inflamatoria y el deterioro en la integridad de la piel. Si el esquema de sueño se altera, existirán desequilibrios hormonales y aumentará la secreción de sebo, llegando así a condiciones patológicas del cuero cabelludo (picor, descamación, dermatitis).
7. Tome agua diariamente: la ingesta diaria de agua en las cantidades adecuadas mantiene el pelo saludable. Evita que se vea áspero, sin brillo y la electricidad estática.